Piden cinco años de cárcel para tres acusados de asaltar la casa de dos ancianos en Boborás

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE / LA VOZ

BOBORÁS

MIGUEL VILLAR

Los acusados encañonaron y amenazaron con un cuchillo al matrimonio y su cuidadora; a uno lo retuvieron los vecinos

16 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En las semanas previas al 18 de mayo del 2019, un hombre y una mujer recorrieron la comarca de Boborás en busca de una casa en la que cometer un robo. Buscaron, seguramente, una vivienda con acceso fácil para una huida rápida, y quizás se fijaron también en otros detalles que por ahora no han trascendido, pero lo cierto es que se interesaron por la situada en el número 35 de Pazos de Arenteiro. Allí residía una pareja de ancianos de 90 y 84 años y que, sin saberlo, estuvieron siendo vigilados durante días por Fátima G. R. y Jorge L. C., quienes para perpetrar el asalto que planeaban contactaron con Yoni José M. R. y José Antonio P. R.

Así describe la Fiscalía de Ourense lo ocurrido en los días previos a un robo con fuerza que en los próximos meses sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia provincial a tres de aquellos cuatro sospechosos, ya que a día de hoy uno de ellos, Jorge L. C., presunto cabecilla, sigue sin ser capturado. El Ministerio Público los acusa de un delito de robo con violencia por el que solicita cinco años de cárcel para cada uno. En realidad, dos de ellos, Yoni y José Antonio, se encuentran privados de libertad. Este último fue descubierto y retenido hasta la llegada de los agentes de la Guardia Civil por los vecinos de Pazos de Arenteiro poco después del asalto, mientras que Yoni y Fátima lograron escapar, pero los investigadores de la Benemérita los capturaron tres meses después. Fátima quedó libre el pasado mes de septiembre, después de trece meses en preventiva.

En el escrito de conclusiones de la Fiscalía se recoge que el asalto se perpetró a la una del mediodía de aquel 18 de mayo. A esa hora estaban en la casa el matrimonio y una cuidadora, sorprendidos por la entrada de dos sospechosos que ocultaban su cara con un pasamontañas y una braga. Llevaban además un cuchillo y una pistola, que uno de ellos colocó en la sien de la cuidadora, exigiéndole que se tirase al suelo. Le ataron las manos a la espalda con unas bridas y luego fueron a por los mayores, encerrando a los tres en una habitación. Inspeccionaron entonces la casa pero al no encontrar nada de valor volvieron al cuarto, donde pidieron a la propietaria la llave de la caja fuerte y el pin de una tarjeta bancaria que habían encontrado. Uno de los asaltantes la encañonó con una pistola mientras el otro, cuchillo en mano, amenazó al anciano con cortarle los dedos de la mano. Se vivieron en aquella casa minutos de terror que terminaron cuando los acusados, que no lograron encontrar las llaves de la caja, se conformaron con un sobre con 1.500 euros, varios anillos y una cadena que arrancaron del cuello de la víctima. Luego llevaron los llevaron a todos a otra habitación y se marcharon, no sin antes llevarse una lata de Aquarius de la nevera. Esa lata, con sus huellas, fue hallada poco después en el monte junto con otras pertenencias de los acusados.

Antes de que huyeran los encapuchados, las víctimas consiguieron soltarse y dar la voz de alarma, lo que movilizó de inmediato a los vecinos, que localizaron a Yoni y José Antonio en los alrededores de la casa. Fátima y Jorge, que esperaban en el coche, huyeron sin ellos al ver que todo estaba saliendo mal. Cuando llegó la Guardia Civil uno de ellos había logrado huir por el monte, pero se hallaron numerosos efectos que ayudaron a encontrar tiempo después a los otros dos cómplices. También apareció la pistola usada el atraco, que resultó ser de fogueo.