Rafa García acaba de inaugurar Os Faroles, en Barbadás, tras reformar la vivienda por una promesa a su abuela
18 jul 2024 . Actualizado a las 14:19 h.Al ourensano Rafa García muchos lo conocen por el bar que regentó en los vinos de la ciudad. Este hostelero estuvo al frente del Cogumelo, en la calle Lepanto, hasta el 2019. «Me surgió la oportunidad de coger la tapería y, sin pensármelo, me aventuré. Al principio me costó un poco acostumbrarme al sector de la hostelería, pero poco a poco me fui adaptando», confiesa. Dice Rafa que en su cabeza siempre estuvo poner en marcha un proyecto, de lo más personal, en la que fue la casa de sus abuelos en A Valenzá. Estuvo trabajando en la reforma de esa construcción desde la pandemia y ahora acaba de inaugurarla al fin. «Es un lugar que para mí tiene mucho valor sentimental porque aquí vivieron hasta mis bisabuelos. Le prometí a mi abuela que me la quedaría, así que decidí restaurarla para montar un negocio de hostelería», explica.
El nuevo local de Barbadás se llama Os Faroles y está situado en la avenida de Celanova, en la calle principal que cruza A Valenzá. Su nombre tiene una historia detrás, por eso no está traducido al gallego el segundo término. «Mi padre venía mucho a la bodega con sus amigos. Ellos llamaban a este lugar así y hasta hicieron una tabla con el nombre, así que me decanté por mantenerlo y ese cartel ahora está colgado en la puerta», explica Rafa.
Es un restaurante dividido en varias estancias, con distintos ambientes y opciones para comer. «En la bodega de la casa es la zona de cafetería, donde está la barra del bar», dice Rafa. Este espacio está decorado con piezas y accesorios propios del mundo de las motos. Es un homenaje al padre del hostelero, gran aficionado a las de dos ruedas. Se trata de la zona de tapería de Os Faroles, en la que es posible disfrutar de pinchos y raciones para compartir, sencillas y tradicionales. «Ahí ponemos patatas bravas, pimientos de Padrón, variados de tostas, calamares...», dice Rafa. En la parte superior del local está el restaurante propiamente dicho, en un salón más amplio y espacioso. «La carta aquí es más elaborada. Hacemos bacalao, chuletón, cordero y hasta cochinillo al horno. Nos gustaría diferenciarnos por hacer una cocina de calidad, pero de toda la vida, en la que prime el buen producto y el mimo», asegura el hostelero ourensano.
Os Faroles está decorado de una forma peculiar, reutilizando cosas de ayer y de hoy. Máquinas de escribir, radios, tocadiscos y varios utensilios antiguos de labranza están incluidos en la estética del local.
Abre para dar comidas y cenas todos los días de la semana. De 11.00 a 16.00 y de 19.00 horas a cierre. «La verdad es que estoy muy ilusionado y contento, especialmente por el cariño con el que nos ha recibido todo el barrio», concluye Rafa.