Carmen Lestón cumple 104 años: «No me pude casar con mi amor por la guerra, pero nos quisimos mucho»

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

BARBADÁS

Es una de las gallegas que supera el siglo de vida y recuerda que empezó a trabajar de niña para salir adelante

11 oct 2023 . Actualizado a las 09:26 h.

Carmen Lestón Ose es una mujer fuerte, divertida, muy guapa y una de las centenarias gallegas de referencia. Tiene 104 años recién cumplidos y no perdona un día sin arreglarse, sin pintarse los labios, atusarse el pelo y salir a dar un paseo por la zona exterior de la residencia en la que vive desde el 2021, Nosa Señora dos Milagros, en Barbadás. La directora del centro, Natalia Jares, una de las personas que mejor conoce a Carmen hoy en día, dice de ella que es activa, curiosa y extremadamente educada. Es una de las gallegas de más de cien años. «Nunca se olvida de un gracias y tiene muchísima personalidad. Le encanta hablar y todo lo que cuenta es muy interesante», afirma. Precisamente la historia es una de las aficiones de Carmen, quien desde niña se decantó más por los libros que por los bailes. «Nunca se me dio bien seguir el son de la música. Eso era algo que hacía mucho mejor mi hermana. A mí me encantaba leer y me sigue gustando mucho», admite. Nació en A Coruña el 3 de julio de 1919, aunque la apuntaron en el censo unos días después y en su DNI aparece como fecha de nacimiento el 7. «Soy de la calle Santa Lucía de toda la vida», dice.

Trabajó como ayudante en un laboratorio y cuando este cerró, su jefe la contrató para que ayudara en las tareas de casa. «Era un buen hombre y siempre se preocupó de que tuviese un empleo», asegura. Nunca se llegó a casar pero sí encontró el amor. «Se llamaba Fidel Iniesta y era madrileño. No nos pudimos casar porque él estaba en el otro bando de la guerra y acabó preso, pero nos quisimos mucho», cuenta. Carmen tuvo una hermana un año menor y a ambas las crio su madre sola. «Mi padre nos abandonó. Pero salimos adelante con mucho esfuerzo. Yo empecé a trabajar siendo todavía una niña y gracias a Dios dimos con gente muy buena en Galicia», relata. Ahora cumple 104 y lo hace descansando y disfrutando de los pequeños placeres de la vida. «Me encanta ver documentales y programas sobre historia en la televisión porque tengo una en la habitación. También leo un poquito cada día y siempre que me dejan como algún dulce, mi perdición», confiesa. Este viernes repitió hasta tres veces tarta de cumpleaños. Era de chocolate, su favorita. Sopló las velas animada por todos sus compañeros de la residencia de Barbadás, que decoraron la sala con un buen puñado de manualidades que hicieron para Carmen. Se mudó allí hace casi tres años cuando falleció su hermana, con la que vivía en A Coruña. Allí queda su sobrino, que la visita cada poco. En estos días vendrá con un nuevo regalo que sumar a los que lleva recibido Carmen por sus 104. Sus compañeros le compraron una pamela y una cartera. «Me encantaron porque soy muy presumida y me gusta vestir bien», termina. Y estar siempre con una sonrisa.