El barallete de los músicos sobrevive en Barbadás

Pablo Varela Varela
Pablo Varela OURENSE / LA VOZ

BARBADÁS

Alfonso Rey y su hijo, Daniel, en su local de ensayo
Alfonso Rey y su hijo, Daniel, en su local de ensayo Santi M. Amil

Alfonso Rey, su hijo Daniel y un amigo de ambos, Víctor Castro, aún hablan la jerga «dos xingros»

20 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

No muere el barallete, que encuentra discípulos de la jerga «dos xingros», asociada a los músicos ambulantes, en tres vecinos de Barbadás que integran la Orquesta Espiga. Alfonso Rey, su hijo Daniel y un amigo de ambos, Víctor Castro, mantienen vida una tradición que pasó casi de generación en generación tras echar raíces entre Celanova, A Merca y su municipio de residencia. «Se originó entre estas zonas y los más veteranos se la fueron trasladando a los jóvenes», explica Daniel.

En la formación musical, compuesta por nueve personas, quien más y quien menos sabe o conoce parte de un vocabulario que nació con el objetivo de que todo aquel que fuese ajeno al grupo no comprendiese la conversación. «Es una jerga que, como no se practica, va cayendo en el olvido. Una de las bases es que no todo el mundo lo entienda, porque era y es para hablar entre nosotros. En sus orígenes, para hacer crítica u opinión de los sitios donde se alojaba a los músicos, porque antaño se les daba cobijo y comida en casas particulares», detalla el menor de los Rey.

Por ejemplo, el que estuviese al tanto de lo que se hablaba sobre la mesa era un «intervante». Es decir, alguien que comprende el barallete. Quien se fuese a cama tras la cena lo hacía para irse a «xornar». O lo que es lo mismo, a dormir. Y si los miembros de la Orquesta Espiga cargan sus instrumentos en un «gheirón» aluden al coche.