«Mamá sí que puedo, soy muy creativa»

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

BARBADÁS

SANTI M. AMIL

Un programa pionero ayuda a niños de diferentes capacidades y a mayores internos en una residencia

08 ene 2019 . Actualizado a las 08:04 h.

Se vieron ayer por primera vez las caras pero parecían conocerse de toda la vida. La residencia Las Salinas, en el concello de Ourense, vivió ayer una jornada muy especial. Niños con diferentes capacidades compartieron una mañana con la otra parte de un proyecto piloto que se desarrolla con el apoyo del Concello de Barbadás. Tiene como objetivo mejorar las aptitudes académicas de niños que, por una u otra razón, no las desarrollan en las aulas y prevenir el deterioro cognitivo de los mayores. Detrás de todo esto se encuentra Mayra Rey, una integradora social que lleva más de una década prestando atención a la diversidad y luchando de forma activa por romper los moldes tradicionales para demostrar que existen diferentes vías de optimización del rendimiento de los menores. Que no solo se debe enseñar sino generar ganas de aprender. «Tenemos a menores de dobles excepcionalidad, que presentan diferente capacidades. Lo que hacemos es trabajar en base a sus talentos. Creemos que para ellos, que viven en la era de las tecnologías, es importante viajar al pasado, conocer a los mayores. Son dos proyectos con una base común. Entre ambos se produce una simbiosis muy positiva. Los niños adquieren valores y los mayores encuentran esa funcionalidad que pierden una vez que son institucionalizados» explica. Según relata Mayra Rey, entran en procesos depresivos y con esta actividad se consigue motivarlos. «Estamos demostrando que existe un proceso de aprendizaje en la tercera edad», señala.

Durante los últimos tres meses, ambos colectivos han trabajado en lo mismo pero sin verse. Los mayores hicieron ilustraciones que los niños convirtieron en historias. Y ayer fue el momento de ponerlo en común.

Una experiencia única no solo para ambos colectivos, sino para los padres de los niños de Barbadás que han visto en estas aulas extraescolares una forma de canalizar las aptitudes de sus hijos, niños que no casan con una educación que solo premia las notas. Raquel es una de ellas: «Estoy muy contenta. Antes mi hijo me hablaba muy poco de las cosas del colegio, le costaba expresar lo que vivía cada día. Desde que va al curso está supercontento. Viene a casa me cuenta lo que hace y lo que aprende». De momento el programa continuará hasta Semana Santa pero los padres creen necesario que se asiente e incluso que otros concellos, como hace el de Barbadás, apuesten por este tipo de apoyo. «Tengo un niño en tercero de Primaria. Antes estaba muy poco motivado y ha dado un cambio radical», subraya Sandra. Las madres presentes en el encuentro asienten cuando el resto habla y están convencidas de la necesidad del programa para que sus hijos puedan desarrollar sus aptitudes.

«Los niños no tienen limitaciones pero sí un cierto retraso a la hora de aprender, una forma diferente. Los colegios no pueden meterlos en el molde en el que están todos. Cuando eres padre te das cuenta de que el colegio es a veces como una barrera. Mi hija me decía siempre mamá soy tonta, no puedo... Llegamos a la conclusión de que algo estaba pasando. Hemos notado un cambio radical. Ahora Alba ya me dice ¡mamá sí que puedo, soy muy creativa!», señala una de las madres. Los progenitores están convencidos que el programa que promueve Mayra Rey, de la mano del Concello de Barbadás, es imprescindible para el presente y futuro de sus hijos. Para aquellos con más capacidades para trabajar por proyectos que para memorizar. Piden, por lo tanto, un cambio en el sistema educativo. Dos días a la semana, en horas extraescolares, los niños se reúnen en un aula donde se les enseña a aprender. «Mi hijo se levanta todos los miércoles y ya me dice: ¡mamá hoy tenemos mejoras de aptitudes! Allí nos ayudamos y trabajos juntos», comenta una de ellas.