La tormenta eléctrica llegó a provocar dos incendios en la capital

E. fiLGUEIRA OURENSE / LA VOZ

BARBADÁS

Íñigo Rolán

Los bomberos tuvieron que sofocar las llamas originadas por un rayo en una casa

14 nov 2018 . Actualizado a las 14:14 h.

Después de varios días con altas temperaturas y sol, las tormentas volvieron a castigar a la provincia ocasionando innumerables desperfectos. En pocos minutos el cielo se cubrió de negro y precipitó, durante aproximadamente quince minutos, granizo.

Alrededor de las cinco menos cuarto de la tarde los bomberos de Ourense recibían una llamada que alertaba de un incendio en una vivienda de la calle Peña Rey, en el barrio de A Cuña. Hasta allí se desplazaron para sofocar las llamas que se originaron en el tejado de una vivienda sobre la que cayó un rayo. Además de la cubierta de la casa unifamiliar, el rayo también afectó a algunas tuberías que quedaron partidas y a los dispositivos eléctricos del interior del domicilio.

Afortunadamente, ninguna persona resultó herida pese a que los propietarios se encontraban en el interior y en los alrededores de la casa. «Yo estaba recogiendo a los gatos por la tormenta que estaba cayendo y vi que en la vivienda de al lado estaba saliendo humo. La rodeé un poco y ya vi las llamas. Fue la propietaria la que avisó a los bomberos. Tanto su marido como ella estaban en la vivienda pero no se enteraron porque el rayo debió entrar por la antena y el fuego empezó en la parte posterior de la casa», relata un vecino de la zona.

Hasta allí se desplazaron los bomberos de Ourense y la Policía Local, así como técnicos de la empresa eléctrica que suministra la zona para reparar lo averiado. Los bomberos terminaron las labores de extinción y reparación más de una hora y media después, alrededor de las 18.30 horas. La familia, que se encontraba conmocionada por lo sucedido, prefirió no hacer declaraciones.

La fuerte tormenta eléctrica también dejo sin luz y sin línea telefónica al cuartel de la Guardia Civil, en Santa Mariña. Un generador comenzó a arder por un fusible que resultó dañado tras la caída de un rayo. No fue necesaria la intervención de los servicios de extinción y el personal de la empresa suministradora de electricidad se encargó de su reparación.

En los alrededores de la avenida Nosa Señora da Saínza algunos establecimientos y viviendas también se quedaron sin servicio eléctrico durante varias horas.

En el resto de la provincia el granizo también hizo acto de presencia. Cayó con intensidad en los municipios de Celanova y Barbadás, aunque durante pocos minutos -entre las 15.00 y las 16.00 horas- y sin causar grandes desperfectos ni alterar el normal funcionamiento de los habitantes de los ayuntamientos. En Ribadavia tan solo llovió durante escasos minutos y las viñas no sufrieron daños de gran relevancia.

La capital se quedó sin semáforos durante horas y el granizo generó en la A-52 retenciones

El tráfico también se vio afectado a consecuencia de la tormenta en dos vertientes diferentes. Por un lado, el 90 % de los semáforos de la ciudad dejaron de funcionar durante toda la tarde y fue necesaria la actuación de varios agentes para regular el tránsito. Algunos semáforos seguían sin funcionar al cierre de este periódico. Por otro lado, los vehículos que circulaban por la A-52, a la altura de la segunda entrada a la ciudad, estuvieron parados debido a la fuerte granizada que estaba cayendo a las 16.45 horas. Unos minutos más tarde, la Policía Local confirmaba que la circulación en la vía había quedado restablecida.

El Complexo Hospitalario Universitario de Ourense sorteó los problemas de corte de luz que se dieron en la zona ayer por la tarde gracias al grupo electrógeno propio del que disponen para situaciones de emergencia. Desde la gerencia explicaron que las instalaciones cuentan con generadores autónomos y un sistema de alimentación ininterrumpida para cubrir las áreas de servicios críticos como los quirófanos. Tan solo se percibió un bajón en la tensión eléctrica que duró unos segundos y que provocó que una persona se quedase encerrada en uno de los ascensores, aunque fue rápidamente rescatada por el personal de mantenimiento.