Oira se queda pequeño para la demanda veraniega

maría muleiro / r. n. p. OURENSE / LA VOZ

BARBADÁS

EVA SARMIENTO

Los usuarios aseguran que las piscinas existentes son insuficientes y lamentan el elevado precio de las de pago

13 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Con las altas temperaturas que presenta la cuidad del Miño cada verano, los ourensanos se ven ante la necesidad de buscar dónde poder refrescarse. Las opciones que se pueden encontrar en la capital no tienen a todos satisfechos, tanto por su escasez como por su precio o por el estado de las infraestructuras.

Las instalaciones de Monterrei, son la opción más llamativa, ya que cuentan con una piscina de olas y un tobogán. Los problemas que presenta para sus usuarios es el desplazamiento hasta la zona, en un autobús particular, y los precios de las entradas. Lo mismo ocurre con las piscinas municipales de Os Carrís, en Barbadás. En este caso, el precio es aún mayor para aquellos que no estén empadronados en el concello limítrofe.

La única opción sin tener que desplazarse se encuentra en el Pabellón dos Remedios. La piscina exterior abre todos los veranos sus puertas, de lunes a sábado la jornada completa y domingos y festivos solo por la mañana. El único, y más importante, inconveniente es que solo está permitido el paso a los usuarios que estén abonados al pabellón, incluidos los pases diarios a 3 euros. Lo mismo ocurre con una de las zonas de baño de Oira, que, con el paso del tiempo, se privatizó por completo y solo permite el paso a los abonados al complejo polideportivo.

La única opción gratuita es la zona pública de Oira, a la que se puede llegar con la línea 11 A o la 23 de los autobuses urbanos.

En cuanto a la piscina del Parque Tecnolóxico, la primera que tradicionalmente abría sus puertas en el período estival, lleva tres veranos cerrada. La situación de deterioro en la que se encuentra se produjo cuando la Xunta, su propietaria, y la Diputación dejaron de renovar el acuerdo mediante el que el organismo ourensano se hacía cargo de su acondicionamiento.

Ante este panorama, los ourensanos verbalizan sus quejas. Las instalaciones existentes son insuficientes, como en el caso de la zona pública de Oira. También critican el estado de algunas losas de la piscina o lugares donde los pequeños se cortan o se resbalan. La ubicación de las mismas o el alto precio de sus entradas también son un problema. De acuerdo con los datos de Sondaxe para La Voz de Galicia, el 39 % de los encuestados en la capital piden la contrucción de un parque acuático, mientras que son menos los que apuestan por la ampliación de las zonas ya existentes. Por el momento, solo queda aguantar de la mejor forma posible las subidas del mercurio a la espera de lo que ocurra para el verano siguiente.