Los combustibles moderan los precios para aliviar la cuesta de enero

m. v. ourense / la voz

BARBADÁS

15 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Después del repunte de precios de los últimos días del año pasado, los combustibles afrontan las primeras semanas del 2016 sin algaradas. Ayer mismo el 95 % de las estaciones de servicio de la provincia ofrecían a los consumidores el litro de diésel A normal -que suele ser el referente a la hora de examinar los precios- por debajo del euro, una situación en la que hace quince días estaban solo una minoría. Con todo, sigue habiendo diferencias notables entre repostar en un sitio u otro y quienes prefieren comparar precios e incluso recorrer varios kilómetros hasta encontrar la gasolinera más económica no pierden el tiempo.

Así, la estación de servicio con precios más baratos de toda la provincia se encontraba -y no es la primera vez que ocurre esto- en Barbadás, donde el gasóleo se vendía a 0,909 céntimos por litro, de acuerdo con la información facilitada por el sector. Por contra, una gasolinera de Taboadela, situada al pie de la N-525, ofertaba este mismo combustible por 1,037 céntimos. Esta diferencia supone un ahorro de casi 7 euros si se llena, por ejemplo, un depósito de 60 litros en la gasolinera de Barbadás.

Más competencia

De este modo, es en la capital y su entorno donde los consumidores pueden encontrar los mejores precios a la hora de repostar. De hecho, desde hace algunos días no hay ningún establecimiento que venda el diésel por debajo del euro.

Y ocurre algo parecido con la gasolina, un combustible que se sigue equiparando cada vez más a su tradicional competidor, hasta el punto de que en algunas estaciones de servicio se oferta casi al mismo precio al que, hasta hace unas semanas, se expendía el diésel. Ayer mismo la de 95 octanos podía encontrarse a 1,099 euros el litro en Barbadás, el precio más barato de acuerdo con los comparadores, que situaban en Beade el coste más alto, en 1,179 euros.

En todo caso, las estaciones de servicio disponen en ocasiones de más de un precio para el mismo tipo de producto y, de hecho, son algunas las que ofertan desde hace tiempo la posibilidad de repostar más barato cuando es el propio cliente el que realiza todo el trabajo. En caso de ser atendido por un empleado el precio a pagar puede llegar a ser de hasta seis céntimos por litro, por lo que al consumidor le conviene pensar si quedarse sentados en el asiento del coche mientras llena su depósito es un gesto que realmente le compense. Al menos, a su bolsillo.