El 90 % de los concellos no vigila la puntualidad de sus trabajadores

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE

BARBADÁS

De las ciudades gallegas, solo Pontevedra y Ourense obvian los controles

07 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La mayor parte de los ayuntamientos ourensanos carece de instrumentos para controlar la asistencia y puntualidad de sus trabajadores. Así se desprende de uno de los informes aprobados en el último pleno del Consello de Contas, que analiza la estructura de personal de las entidades locales en los ejercicios 2011 y 2012. De la recopilación de datos realizada entonces resulta que 82 de los 92 concellos de la provincia no disponen de sistemas protocolizados para vigilar a sus empleados en el cumplimiento de sus horarios de trabajo.

Esta situación afecta a todo tipo de ayuntamientos, aunque con especial incidencia en los de menor tamaño, donde la escasez de plantilla facilita el control directo de la presencia de los trabajadores sin necesidad de recurrir a protocolos especiales. Sin embargo, el Consello de Contas también ha detectado la carencia de instrumentos de vigilancia en entidades locales de mayor tamaño y, por tanto, con un personal más amplio. Así, pese a que el resto de ciudades gallegas sí disponen de ese tipo de sistemas, solo en Ourense y Pontevedra obvian el control de la puntualidad y asistencia de sus trabajadores.

En lo que respecta a las villas, el informe del organismo encargado de fiscalizar la gestión económica de las Administraciones gallegas revela que tampoco Barbadás, O Carballiño y Verín vigilan los horarios de sus empleados. De los ayuntamientos ourensanos con más de 10.000 habitantes, según el informe, solo el de O Barco de Valdeorras dispone de ese tipo de instrumentos de vigilancia. También el de Xinzo implantó, en concreto en el año 2012, un sistema electrónico para que su plantilla fichase, aunque el Consello de Contas no tiene constancia de ello ya que el Ayuntamiento no respondió a sus requerimientos de información, circunstancia que es objeto de reproche por parte de ese organismo. La falta de colaboración de también es criticada respecto a los concellos de A Pobra de Trives, Cartelle y Vilar de Barrio.

El informe aborda, además, otros asuntos relacionados con la gestión de sus recursos humanos, como por ejemplo las entidades que no disponen de un manual de procedimientos o instrucciones internas en la materia, que no tienen un organigrama definido o que carecen de registro de personal. En todos los casos figura en esos listados el Concello de Ourense así como decenas de otros ayuntamientos de la provincia.

Dedicaciones exclusivas ocultas

Por otro lado, el Consello de Contas utiliza su informe sobre la estructura de personal de las entidades locales gallegas para repasar la designación de dedicaciones exclusivas -es decir, de sueldos públicos- para miembros de las corporaciones municipales. El análisis, referido a los ejercicios 2011 y 2012 aunque publicado ahora, revela que once ayuntamientos ourensanos no facilitaron esa información al organismo encargado de fiscalizar su gestión económica. Se trata de los concellos de Cartelle, Castrelo do Val, Cenlle, A Gudiña, Larouco, Montederramo, Parada de Sil, Pontedeva, A Teixeira, A Veiga y Vilamarín. Cabe destacar, no obstante, que en la práctica en muchos de ellos no existe ningún concejal que tenga salario municipal.

Además, el Consello de Contas destaca en su informe que por regla general las entidades locales gallegas restringieron la designación de dedicaciones exclusivas y parciales en los ejercicios a examen.

El reparto de gratificaciones sin criterios objetivos es común en los ayuntamientos

El informe del Consello de Contas analiza, además, si las entidades locales han establecido criterios objetivos para la asignación del complemento de productividad y de las gratificaciones para su personal. La mayor parte de los concellos ourensanos (79 de un total de 92) reparten esos conceptos retributivos sin ese tipo de controles. Entre ellos está el de la capital así como algunos de los ayuntamientos más importantes, como Barbadás, O Barco, O Carballiño y Verín. También están en esa situación la mayor parte de los pequeños concellos.

CONCELLOS QUE NO TIENEN CONTROLES HORARIOS: Allariz, Amoeiro, A Arnoia, Avión, Baltar, Bande, Baños de Molgas, Barbadás, Beade, Beariz, Os Blancos, Boborás, A Bola, O Bolo, Calvos de Randín, Carballeda de Avia, Carballeda de Valdeorras, O Carballiño, Castrelo de Miño, Castrelo do Val, Castro Caldelas, Celanova, Cenlle, Chandrexa de Queixa, Coles, Cortegada, Cualedro, Entrimo, Esgos, A Gudiña, O Irixo, Larouco, Lobios, Maceda, Manzaneda, Maside, Melón, A Merca, A Mezquita, Montederramo, Monterrei, Muíños, Nogueira de Ramuín, Oímbra, Ourense, Paderne de Allariz, Padrenda, Parada de Sil, Pereiro de Aguiar, A Peroxa, Petín, Piñor, Pontedeva, Porqueira, Punxín, Quintela de Leirado, Rairiz de Veiga, Ramirás, Ribadavia, Riós, Rubiá, San Amaro, San Cibrao das Viñas, San Xoán de Río, Sandiás, Sarreaus, Taboadela, A Teixeira, Toén, Trasmiras, A Veiga, Verea, Verín, Viana do Bolo, Vilamarín, Vilamartín de Valdeorras, Vilar de Santos, Vilardevós, Vilariño de Conso, Xunqueira de Espadanedo, Xunqueira de Ambía.