Joaquín Borrajo, vicario general de la Diócesis de Ourense: «Conservar la iglesia de la Santísima Trinidad es una gran responsabilidad»

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón OURENSE / LA VOZ

BAÑOS DE MOLGAS

Borrajo se encarga desde agosto de la atención pastoral de la iglesia de la Santísima Trinidad.
Borrajo se encarga desde agosto de la atención pastoral de la iglesia de la Santísima Trinidad. Miguel Villar

Tras una emotiva despedida en Rairo, el número dos del obispo cambia de destino

27 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

A José Joaquín Borrajo Iglesias (Baños de Molgas, 1975) lo despidieron de su última parroquia, en Rairo, con un homenaje por todo lo alto. El sacerdote dejó huella entre los vecinos, pero ahora afronta un nuevo reto. Cambia el perímetro rural por una comunidad urbana, la de la Santísima Trinidad, en el casco viejo de la capital ourensana. Se trata del templo más antiguo de la ciudad. Data del siglo XII, aunque fue entre el XV y el XVI cuando las reformas ejecutadas le dieron su aspecto actual y él dice sentir mucha responsabilidad en lo que se refiere a la correcta conservación de la iglesia, declarada Bien de Interés Cultural (BIC).

Y también, obviamente, por el cuidado pastoral de la comunidad. Desde muy pequeño, José Joaquín Borrajo sintió una llamada que, al principio era «una fascinación», pero que fue madurando con el paso de los años hasta su ordenación como sacerdote en el año 2001. Recuerda aquel día con mucho cariño porque fue un punto de inflexión: «Fue un momento muy emotivo y espiritualmente muy pleno. Es un comienzo. Cuando terminas unos estudios o una preparación, en realidad lo que estás haciendo es empezar algo nuevo. Fui muy feliz entonces y soy muy feliz ahora. Siento la tranquilidad de saber que estoy haciendo aquello que me sale del corazón».

Tras su ordenación, el entonces obispo, Carlos Osoro, le pidió que fuese a Roma a estudiar Derecho Canónico. Así lo hizo y, a su regreso, además de dar clase en el Seminario, estuvo atendiendo cuatro parroquias en la zona de Vilar de Barrio. «Fueron las primeras cuatro comunidades que atendí. Era cerca de casa y fue una etapa muy bonita. Guardo a aquella gente en mi corazón», dice José Joaquín Borrajo, que recuerda que, más tarde, otro obispo, Luis Quinteiro, le pidió que hiciese la tesis doctoral y concluyese los estudios de especialización en Derecho Canónico. De nuevo, cumplió con el encargo y después pasó a cuatro parroquias de la zona de Xinzo de Limia.

Un tercer obispo, el actual, Leonardo Lemos, lo ascendió en el año 2012 a vicario general, que viene a ser como un vicepresidente para el presidente en la cadena de mando de la Diócesis. Poco tiempo después, en el 2013 cambió a un destino pastoral más próximo a la capital, las parroquias de Santa Lucía de Rairo y Santa Mariña do Monte, así como la residencia de San José, de la que sigue siendo capellán.

Pese a su posición destacada en la estructura de la Iglesia ourensana, José Joaquín Borrajo nunca quiso perder la conexión personal con los fieles. «Le doy gracias a Dios que hasta ahora, y espero que también a partir de ahora, he podido vivir esas dos realidades. El trabajo administrativo, de despacho, no puede estar nunca desvinculado del contacto con los fieles», dice el vicario general, que ahora se enfrenta al reto -junto a Alberto Santalices Martínez- del cuidado pastoral de la parroquia de la Santísima Trinidad, en pleno casco viejo de la capital ourensana. Supone un reto añadido, según dice, el hecho de que se trate de una iglesia protegida.

Destaca la reciente rehabilitación del templo, en la que la Xunta invirtió cerca de 400.000 euros. «Es una gran responsabilidad. Menos mal que contamos siempre con la ayuda de los fieles. Ha sido sometido a una reforma bastante profunda y ahora nosotros recibimos la responsabilidad de mantenerlo y continuar mejorándolo», explica.

 

Al sacerdote le impresionó la devoción por Nuestra Señora del Cristal

Entre las nuevas responsabilidades de José Joaquín Borrajo está la atención pastoral del santuario de Nuestra Señora del Cristal, en Celanova. Según cuenta, estuvo allí por primera vez este año en la fiesta y quedó impresionado con la devoción por la imagen de la Virgen pese a que se trata de una copia (la original fue robada en el año 2015 y el párroco, Adolfo Enríquez, asesinado en un suceso que todavía estremece a Borrajo). «Podías palpar el cariño de la gente», explica el sacerdote al rememorar aquella primera visita al santuario. «Para nosotros, es un estímulo. Una parroquia puede hacer mejor a un sacerdote y espero que así sea», añade.

DNI

  • ¿Quién es? José Joaquín Borrajo Iglesias. Nació en Baños de Molgas en 1975 y fue ordenado sacerdote en el 2001.
  • ¿Qué hace? Vicario general. Además de ser el segundo, tras el obispo, en la cadena de mando de la Diócesis, se encarga -junto a Alberto Santalices Martínez- de la atención pastoral de la Santísima Trinidad, en Ourense, y de tres parroquias rurales: Vilanova dos Infantes, Lampaza y Candás, junto con el santuario de Nuestra Señora del Cristal.
  • Su rincón. Iglesia de la Santísima Trinidad. Su nueva parroquia es el templo más antiguo de la ciudad, del siglo XII, recientemente reformado.