La negociación imposible entre el BNG y el PSOE para el gobierno de Molgas

m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

BAÑOS DE MOLGAS

Ambos partidos retomaron contactos para intentar llegar a un acuerdo pero no hay entendimiento entre el alcalde y los representantes socialistas

14 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El BNG seguirá gobernando en minoría en Baños de Molgas. Los acercamientos e intentos de negociación con el PSOE, retomados en el comienzo de este año, siguen sin fructificar. El alcalde nacionalista Xaime Iglesias tiene enfrente a seis concejales, de los nueve que forman la corporación, le recuerda el portavoz socialista, Segundo Augusto González. Este le reprocha que no apoyan propuestas de la alcaldía en los plenos porque no las negocia y están «mal preparadas».

El regidor explica que en las tres reuniones que han celebrado desde el 2 de enero para buscar acuerdos políticos estos no han sido posibles porque «o que eles plantexan non encaixa no plano orzamentario». En Baños de Molgas gobernó durante dos décadas el PP que, tras las últimas elecciones municipales, se quedó con cuatro concejales en minoría. El apoyo del PSOE (dos actas) al BNG permitió a Iglesias acceder a la alcaldía al frente de un teórico gobierno bipartito de izquierdas que nunca llegó a ser tal. Bloque y PSOE van cada uno por su lado.

Al llegar al gobierno, Iglesias se dio cuenta de las limitaciones presupuestarias y del escaso margen de maniobra para gobernar. Y en las negociaciones actuales le ha dicho al PSOE que si quieren manejar 50.000 euros e incluir obras en el plan de inversiones, las cuentas no dan. «O Concello de Baños de Molgas non dá para dúas liñas políticas diferentes. Daría para unha consensuada», resume el alcalde. Augusto González ve complicado llegar a un acuerdo: «La negociación se reduce a una charla en la que él nos alecciona sobre lo que hay que hacer y cómo. Quiere que le aplaudamos. Y hay que llegar a una vía intermedia»

El precario bipartito apenas funcionó hasta el verano pasado, con una concejala del PSOE. Los socialistas decidieron romperlo porque decían que su representante estaba arrinconada y no la informaban. González cree que Iglesias continúa con su «cerrazón» y que esta no tiene motivos ideológicos. Iglesias sospecha de un posible pacto con el PP. Después del último pleno vio a los portavoces de la oposición irse juntos a tomar café. El PSOE rechaza apoyar otro gobierno popular.