«Aquí negacionistas non temos»

Fina Ulloa
fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

AVIÓN

Los vecinos de Avión no se creen las estadísticas que les colocan a la cola de las vacunaciones
Los vecinos de Avión no se creen las estadísticas que les colocan a la cola de las vacunaciones Agos Iglesias

La emigración genera desfase entre los inmunizados reales y los registrados

04 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Avión nos recibe en una mañana encapotada con nubes de tormenta. No hay mucho movimiento en las calles de este municipio con 1.700 vecinos censados pero por el que semanas atrás se movían más de cuatro mil. Hoy, los pocos con los que nos cruzamos en la travesía principal van con la mascarilla puesta. Uno de ellos es Florentino, que se para, amable, a contestar a nuestras preguntas. Le contamos que buscamos a vecinos que no se hayan vacunado, porque el suyo es el concello de la provincia con menor proporción de inmunizados, en torno al 63 %. «Eu mesmo», nos cuenta. «Pero non é porque pense que as vacinas non fagan ben; ó contrario, na miña casa están todos vacunados», añade, mientras nos explica que a sus 65 años apenas ha estado nunca enfermo «e case nunca fun medicinado». En el kiosco de Elvira, sin embargo, creen que nadie se ha negado a vacunarse, ni siquiera Florentino. «De los que yo conozco todos tienen la vacuna y creo que ese dato sale por los que están fuera, aunque ellos también están vacunados porque muchos se fueron a ponerla a Estados Unidos, incluso con los niños, antes de venirse al pueblo», comenta.

«Nós temos unha porcentaxe bastante alta de xente que está censada aquí pero vive noutros concellos, como Vigo, por exemplo; e moitos tamén emigrantes noutros países que se puxeron alí a vacina», comenta apuntando hacia la misma razón del desfase el teniente alcalde, Manuel Vázquez Raña. Los parroquianos que están en el bar Barqueiro se apuntan también a la teoría de que el porcentaje de vacunados es prácticamente total; y le porfían a Florentino que él también está inmunizado. Así que nos marchamos de Avión sin estar muy convencidos de si nos ha tomado el pelo o nos ha dicho la verdad, pero con una pista clara sobre el por qué del actual indice de vacunación. Su emigración es singular porque los nativos de este concello alternan la residencia en la diáspora con largas estancias en su tierra de origen, lo que fomenta que sigan perteneciendo a ella con todas las de la ley; incluyendo mantenerse de alta en el sistema sanitario.

Retomamos la ruta para llegar al municipio de Beariz que, con un 65 % de vacunados, comparte con Avión frontera territorial y la emigración a ultramar, muy especialmente a México. Los primeros vecinos que encontramos están bastante sorprendidos por haberse quedado a la cola de la vacunación ourensana.

«Non sei como pode ser. Non mo explico. Dende logo, que eu coñeza, todos a teñen: familia, veciños, coñecidos... todos», asegura rotunda Mari Muradás. Junto a ella, otros vecinos se esfuerzan por hacer memoria y recordar a alguien que les hubiese comentado que no había recibido la inmunización. Sin éxito. «Aquí negacionistas non temos», sentencia otro residente. «Yo tengo familia y vecinos en México, y todos están vacunados. Muchos que estaban allí pasaron a Estados Unidos a vacunarse», relata Jaime Iglesias, que se apunta a la teoría de que detrás del desfase está la realidad de una emigración que vive a caballo entre los dos países. «Y si hay quien que no se quiere vacunar y le da, lo que habría que hacer es cobrarle los gastos que ocasione», propone otra vecina.

El alcalde de este concello de 975 habitantes, Manuel Prado, es también de la opinión de que el porcentaje de vacunados que les asigna el registro de la Xunta «real non é». «Dende logo da xente que reside habitualmente a min non me consta ninguén que non se vacinase», insiste.

José aún espera que le llamen para la segunda dosis
José aún espera que le llamen para la segunda dosis Agos Iglesias

Pero cuando ya nos habíamos convencido de que la respuesta a la baja adhesión a la campaña de vacunación que reflejan las estadísticas del Sergas es únicamente consecuencia de que muchos de los vecinos que aparecen en el listado de este municipio residen en otras latitudes, nos encontramos con José Fornos Janeiro. Tiene 68 años y todavía no ha recibido la segunda dosis de Pfizer. Peor aún: «Nin sequera consta que me puxeran a primeira». Y el caso es que eso ocurrió el pasado 2 de julio. «Despois de moito batallar, chamáronme para pór a primeira. Suponse que aos 21 días tíñanme que citar para a segunda, pero vai facer dous meses, e nada. O problema máis gordo é que me deron uns teléfonos para chamar, chamei e falei con eles e dixéronme que eu alí contaba como non vacinado, como que non puxera ningunha aínda. Dixeron que ían reportar a incidencia e que me falarían, pero sigo esperando», explica José.

Él está empadronado en Beariz y cuenta que tiene su tarjeta sanitaria en regla. Como es habitual entre muchos de sus paisanos, José se traslada a México varios meses y el resto del año vive en Beariz. Ahora lleva sin salir del pueblo desde noviembre pasado, al igual que su hijo de 22 años. Regresaron juntos del país azteca pero mientras el padre pelea por la inmunización, al chico le llamaron cuando le correspondió para la primera dosis y ya tiene cita para la segunda.

José cuenta que, de todos modos, el suyo no es un caso único. «Houbo máis coma min, aos que tardaron en chamar; o que non sei e se xa constan como vacinados. Un primo meu tiña o mesmo problema; tampouco o daban chamado, ten setenta e pico de anos, pero cando o citaron puxéronlle a de Johnson, que só é unha dose, e polo tanto, xa está listo. De feito xa puido viaxar alá, porque hai que ir de vez en cando; pero eu non sei que facer», añade.