Condenado por intentar robar el sagrario del convento de Allariz

La Voz OURENSE / LA VOZ

ALLARIZ

Santi M. Amil

El acusado, al que pillaron «in fraganti», intentó antes llevarse dinero del cepillo

10 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Las iglesias son a menudo un lugar de interés para los ladrones y aunque las que se encuentran en zonas rurales suelen ser muchas veces objeto de asaltos, también las situadas en los entornos más urbanos pueden registrar visitas de personas interesadas en conseguir lo que no es suyo.

Así ocurrió en la tarde del 28 de enero del 2018 en la iglesia del monasterio de Santa Clara, situado en el campo da Barreira de Allariz. Carlos M. B. entró en el templo aprovechando que se encontraba abierto al público, y «guiado por el ánimo de obtener un ilícito beneficio» trató de abrir una de las cajas de limosnas que se encuentran en el interior de la iglesia y que están colgadas de la pared. Pretendía hacerse con las monedas que suelen entregar los fieles pero en esta ocasión se encontró con que las cajas tenían un candado, que no fue capaz de vencer. Frustrado por ello, pero con la intención de llevarse algo, decidió entonces el ladrón apoderarse del sagrario. Esta vez tuvo más suerte ya que logró desatornillarlo de la base de madera en la que estaba anclado, si bien fue sorprendido por otras personas que accedieron a la iglesia, seguramente con mejores intenciones que la suya, y finalmente no logró llevarse ningún botín.

Tras localizarse el sagrario en un confesionario, allí lo había escondido el acusado, este fue detenido y denunciado al juzgado. El asunto quedó zanjado este miércoles en la sala de vistas del juzgado de lo penal dos de la capital ourensana, en el que compareció Carlos M. B. como acusado. Se le imputaba un delito de robo con fuerza en grado de tentativa por el que en un primer momento el ministerio fiscal solicitaba un año de prisión, si bien finalmente las partes llegaron a un acuerdo de conformidad, dado que el acusado reconoció los hechos y aceptó su culpa. Se acordó que haga frente a una condena de seis meses de prisión. La abadesa del convento renunció a reclamar daños.