Los taxistas se turnan en la calle ante la falta de clientes para todos

m. v., x.f OURENSE / LA VOZ

ALLARIZ

Agostiño Iglesias

El sector aún está al 70 %, con especial ausencia de usuarios durante la noche

07 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La desescalada en el sector de los taxis está yendo muy poco a poco. La presencia de los coches en la calle es cada vez más visible porque también lo es la de negocios abiertos y ciudadanos que precisan moverse de un sitio a otro, pero el ritmo de trabajo está todavía lejos de ser el que era antes del confinamiento.

«Estamos todavía a un 60 % respecto al nivel de actividad habitual», reconoce Francisco Javier Álvarez, que preside la asociación provincial de estos profesionales, quien asegura que se nota especialmente el bajón de trabajo que se registra por la noche. «Aunque ya han abierto algunos bares y discotecas, todavía se mueve muy poca gente por las noches y eso se nota mucho en nuestro trabajo», explica.

A los conductores el estado de alarma los pilló en un momento dulce de trabajo. «En los meses previos la movilidad había sido muy buena; la gente cogía el coche para irse a Allariz a tomar un helado o a Santiago a comer; en veintidós años de trabajo yo nunca había visto nada igual», explica Álvarez, que reconoce que el confinamiento puso fin de forma brusca a todo eso.

Ahora, con cada fase del desconfinamiento el trabajo ha ido incrementándose pero todavía no hay clientes para garantizar trabajo para toda la flota de taxis que operan en Ourense, 106 en total, por lo que se han establecido turnos que, este lunes, eran del 70 %. «Ahora mismo trabajo para todos no hay», admite el profesional, que asegura que en momentos puntuales del día, especialmente por las mañanas, puede haber alguna «apurada», pero las esperas por las tardes pueden ser largas. «A veces estamos más de una hora sin que suba un cliente al coche», asegura.

Se nota también en el sector el descenso en los turistas y la llegada de viajeros a la estación de tren. «Ahora ya están ampliando los horarios, pero todavía llega mucha menos gente que antes», garantiza, augurando un verano malo para la actividad. «Esperamos que esto se recupere en septiembre; a pesar de todo somos optimistas».

Medidas de higiene

Desde el sector, hacen además hincapié en que los clientes tomen conciencia sobre la necesidad de mantener medidas de seguridad, ya que aseguran que se dan diariamente casos de usuarios que se suben al taxi sin mascarilla. «Nosotros solemos tenerlas y se las facilitamos, pero queremos hacer un llamamiento a la gente para que no baje la guardia», asegura el presidente de los taxistas. La mayoría de profesionales dispone de geles para los clientes y además se desinfectan los vehículos cada vez que se completa un servicio.

 A pie de parada: «Agardo que haxa unha recuperación, mellores días virán»

En un limbo difícil entre el confinamiento y la normalidad, alguna gente abandona los que eran sus hábitos antes del estado de alarma. Acciones cotidianas como coger un taxi o un autobús pasan a ser cuestionadas por muchos. «Algunha xente ten recelo. En xeral prefírese o taxi ao autobús; poden ir as catro prazas ocupadas, pero con máscara sempre», explica Paulo Jorge Alves, taxista recién incorporado. «Non é o mellor tempo para comezar. Agardo que haxa unha recuperación, mellores días virán», admite ante su llegada al sector.

La predilección de la población por el taxi como medio de transporte en época de pandemia se debe, además de a las medidas higiénicas, a una cuestión de contacto, pues no hay que compartir vehículo ni coincidir con una multitud en la parada. «Nós temos os coches desinfectados, eu intento limpar entre servizo e servizo, como moito cada dous, e dúas veces á semana fágolle limpeza de ozono. O que se pode» cuenta Rubén Fernández Álvarez, taxista.

Ahora que volvemos al movimiento, hay muchas esperanzas puestas en el flujo de población y en el turismo, el otro gran motor de la actividad de los taxistas además de la vida nocturna. «Agora hai máis trens e máis movemento, e con iso máis viaxes e máis turistas. Algo máis de traballo hai», indica Fernández Álvarez. Aunque esta vez las rutas sean diferentes, pues las actividades escogidas tal vez no sean las típicas de estas fechas. «Non hai tantos turistas coma outros anos, antes en xullo iamos moito á Chavasqueira e a Outariz, pero este ano co covid non é así» apunta la taxista María Jesús López.

Más allá de las diferencias y de la inevitable comparación con años anteriores, la tónica general es el optimismo. La llegada del verano, el turismo y las medidas de precaución hacen que este sector se vaya recuperando paulatinamente. Después de un confinamiento en el que solo hubo servicios mínimos, «pouco a pouco aumentamos os números» dice Fernández Álvarez, quien señala que mientras no haya otro confinamiento, la situación irá a mejor. Concuerdan sus compañeros taxistas con esta visión más dulce que amarga, aunque sigue existiendo la alarma de un posible retroceso. «Algunha xente estase animando demasiado. Hai moita aglomeración en determinados sitios e esperemos que isto non leve a outro confinamento», cuenta el taxista José Manuel Lozano. Pero con la vista siempre puesta en las medidas de seguridad, el sector de los taxis intenta no quedarse atrás en la vuelta a esa llamada «normalidad».