El cuidado de tu piel, directo a casa

ALLARIZ

El equipo de theCosmethics en su «showroom» en Allariz, donde sus clientes pueden probar sus productos
El equipo de theCosmethics en su «showroom» en Allariz, donde sus clientes pueden probar sus productos

La «startup»Thecosmethics lleva por bandera haber puesto en marcha su tienda  «online» desde el rural gallego

14 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El de Sofía Rodríguez es uno de los proyectos en los que el corazón le ganó a la razón. Nacida en Xinzo de Limia en 1985, esta ourensana vivía el mundo de la cosmética como una afición. Ella trabajaba en finanzas, como auditora contable, en control de gestión, y arrancó su propia empresa de forma paralela en el casco antiguo de Allariz. «No tenía muchas pretensiones. No pensé que dejaría mi trabajo para tomármelo en serio». De eso han pasado ya ocho años. Un momento en el que junto con Ana Vispo decidió dejarlo todo, invertir sus ahorros y poner en marcha una web de venta online de cosméticos. Así nació theCosmethics, una auténtica referencia en la venta de cosmética natural «de verdad».

«No consideramos que el resto de productos cosméticos sean malos. No estamos en contra de la cosmética convencional. Simplemente encontramos más ventajas en lo natural y por eso decidimos especializarnos», explica. En la selección de sus productos exigen eficacia y utilidad. Se fijan mucho en los ingredientes y en que el producto ofrezca bienestar. «Eso es un aroma, una textura, una sensación o hasta un packaging». Lo hacen conscientes de que se enfrentan a una oferta casi infinita. «La mayoría de las elecciones de compra no responden a las necesidades de nuestra piel, sino a lo que se nos antoja o a lo que a algunos fabricantes y tiendas les apetece vendernos en cada momento. Nosotras recomendamos siempre lo que creemos o sabemos que es adecuado para tu piel». Por ello aseguran tomarse muy en serio las recomendaciones a sus clientes. «Antes de tenderas fuimos compradoras. A veces incluso recomendamos que dejes de utilizar productos y que no consumas más. En este sector, la ética es importante», explica.

Durante semanas la pandemia les obligó a cerrar su local, que ya han reabierto con horario más limitado. Eso sí, la tienda online no ha parado y han notado el devenir de las fases en el modo de compra. «Hemos vivido tres etapas: la primera, frenazo total. Una segunda fase de veinte días en la que la gente compraba los básicos, como gel o champú. Cuando todo se empezó a relajar, empezaron las compras de los autobronceadores o maquillajes».

Sus fieles son en su mayoría mujeres entre los 30 y 60 años. Los pedidos les llegan de toda la geografía nacional, pero también de diferentes países de Europa. «Lo que les convence son los resultados. Sin ellos, y con marcas poco conocidas, sería imposible que nos hubiese ido bien». Entre lo más demandado de su gran catálogo están los productos antienvejecimiento, que «siempre están muy arriba». Ellas son además expertas en limpieza facial. Una acción diaria que aconsejan que sea «más suave y respetuosa con la piel. No menos efectiva, pero sí menos agresiva».

Un auténtico mundo que mueven desde Allariz. «Hay que pelear con las ideas preconcebidas sobre lo que se puede hacer bien o muy bien desde un pueblo y lo que no. Es cierto que, en principio, impactas en menos gente, pero tus costes son menores, tienes más tiempo para probar tu idea y puedes concentrarte más. Hay menos barullo y eso se traduce en claridad». Y es que en la localidad ourensana tienen un showroom en el que volverán a organizar actividades y en el que sus clientes pueden probar sus productos. Un negocio local y global a la vez. «Cuando empezamos, las redes sociales nos ayudaron a darnos a conocer. Sobre todo la información que recabábamos en el blog. Íbamos aprendiendo y compartiendo. Hoy en día es más difícil y caro. El comprador está sobreexpuesto a cien mil impactos. Para llegar debes tener un mensaje claro», explica Sofía tras estos años de experiencia que también le han hecho reflexionar sobre el emprendimiento. «Sé todo lo que me he perdido. También las preocupaciones y decepciones, pero sacar tu proyecto adelante es satisfactorio. Mi balance es positivo, pero es una montaña rusa».