Allariz recrea el proceso de la elaboración tradicional del pan

S. Pérez / r. n. LA VOZ / OURENSE

ALLARIZ

Agostiño Iglesias

En la jornada del sábado se creó la tradicional seitura, momento en el que se siega el trigo

21 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Arrancó una nueva edición de las Festas Etnográficas de Allariz. El campo de Penarredonda se inundó de segadores este sábado. Como todos los años, en la villa alaricana reproducen el tradicional proceso de elaboración del pan. Después de la fase de la siembra llega el momento de recoger el fruto: el trigo. Esta práctica se conoce bajo el concepto de seitura, una costumbre que llevan muy dentro los vecinos de Allariz.

La jornada comenzó a las nueve de la manaña, cuando el conjunto de los segadores se reunió en la Petouquiña. A continuación, sobre las diez, dio comienzo la siega en el campo de Penarredonda. Tan solo les bastó una hora para rematar la primera parte de la faena. Como es costumbre, al finalizar la siega llega el momento del almuerzo. Todos los vecinos aportan algo: empanada, embutidos, queso... Y sobre todo postres, como todo tipo de roscones, filloas y manueliños. Una banda tradicional fue la encargada de amenizar el momento. A partir del mediodía tuvo lugar el atado y enmendado de mollos para hacer las diferentes medas en el campo. La comida popular llegó a las dos y media. El lugar elegido fue la Bidueira de Kiko, donde al finalizar el convite hubo una foliada con gaiteiros y música tradicional. El menú era de 13 euros.

El principal objetivo de estas jornadas es resaltar el valor etnográfico de algo que era habitual en los diferentes pueblos de la zona. Un hábito que se está perdiendo con las nuevas generaciones. Los participantes coinciden en una cosa: la importancia de no olvidar ni perder las raíces de la historia alaricana. Lo cierto es que lo vivido este sábado en la villa fue un recuerdo amable de lo que sucedía en el pasado. Nada tiene que ver con el verdadero significado de la seitura, un proceso que suponía unas condiciones muy duras de trabajo. A pesar de ello, muchos coinciden en que la malla guardaba una dificultad mayor.

El ciclo del pan

Tras la seitura llegará el turno de la malla, que se realizará en el mes de agosto, en Queiroás. El ciclo de elaboración del pan continuará en el Muíño do Burato, para moler el cereal previamente tratado. El último paso en el proceso será en la Torre de Seoane, lugar en el que se horneará finalmente el pan. De ahí saldrá un producto cien por cien natural, tradicional y de origen alaricano.