La novela que confirmó la historia

Maite Rodríguez Vázquez
MAITE RODRÍGUEZ ALLARIZ / LA VOZ

ALLARIZ

MIGUEL VILLAR

Los historiadores Antonio Blanco y Juan Seara descifraron el manuscrito decimonónico que describe el castillo alaricano

04 dic 2018 . Actualizado a las 17:14 h.

Una novela histórica escrita en el siglo XIX, localizada y transcrita por Antonio Blanco y Juan Seara, permite a los alaricanos y a todos los interesados conocer cómo fue el hoy desaparecido castillo de Allariz. La novela, escrita por Vicente María Feijoo, se guarda en el Museo de Pontevedra, adonde llegó como parte del fondo Solla. Juan Seara explica que descubrieron dónde se hallaba el manuscrito casi por casualidad, a raíz de una tesis de doctorado sobre los daños que provocó en los monumentos gallegos el terremoto de Lisboa de 1755. Como referencia bibliográfica, la tesis incluía el título El castillo de Allariz y que se hallaba en el archivo documental del museo pontevedrés.

Antonio Blanco y Juan Seara pasaron un año de arduo trabajo descifrando y transcribiendo el manuscrito, que constaba de más de 800 páginas. El Museo de Pontevedra les facilitó una copia digitalizada. Fue una labor dura pues no estaba escrito a mano por una sola persona. Al menos fueron tres los amanuenses, dice Blanco, y la ortografía y las abreviaturas complicaron la lectura.

Antonio Blanco explica que el autor, que fue médico en Allariz, terminó de escribir esta novela -que nunca se había llegado a editar hasta ahora- en 1847, un año antes de que el castillo fuese enajenado. En 1853 se empezó a desmontar y hoy no queda nada de la edificación, aunque Allariz conserva partes de la muralla medieval. Por ello, las alusiones al castillo que aparecen en la novela reflejan lo que aún se conservaba de él a mediados del siglo XIX. El castillo de Allariz tiene su parte de ficción, como novela que es, pero permite encajar piezas del puzle de la historia local.

«O castelo sae perfectamente descrito, a súa ubicación, a arquitectura, a división de salas. Poderíase facer unha maqueta del cos datos que se aporta», sostiene Antonio Blanco. El castillo contaba con cuatro torres, dos de ellas circulares y dos cuadradas y tenía una división en medio que creaba dos espacios rectangulares. En la parte occidental estaba dispuesta la torre del homenaje, la sala de armas y la vivienda del conde. En el otro espacio rectangular se habilitaron el aljibe, el horno o los almacenes, describen los historiadores. Contaba con una balconada interior de pizarra que a Seara dice que le hace pensar en la del castillo de Monterrei.

En la novela hay otras referencias a cómo era la villa entonces. Se relata que algunos personajes venían andando «sobre la muralla» o que el protagonista vivía en la plaza del héroe, lo que hoy es la Praza do Eiró. Como etimólogo, el autor no era muy atinado, bromea Antonio Blanco. También hay personajes judíos y alusiones al lugar de Allariz en el que se encontraba el barrio judío: Socastelo, en el Campo da Mina, en la bajada a Vilanova. La novela confirma que las referencias que había sobre su ubicación eran correctas, indica Blanco. La novela, aunque está ambientada en el siglo XIV, no menciona directamente al buey de Corpus, que dio origen a la Festa do Boi, pero sí alude a los conflictos entre judíos y cristianos en aquella época en Allariz o a la tarasca. Otros hallazgos que descubrieron Blanco y Seara leyendo la novela es que Allariz tuvo una plaza de toros en la Praza do Toural, hoy rúa Suárez, o que el actual campanario de la iglesia de San Pedro era una torre exenta de carácter defensivo.

Los historiadores acompañan el libro de una biografía completa del autor, del que consiguieron bastantes datos, indagando en archivos. Vicente María Feijoo estaba emparentado con el padre Feijoo y, después de ejercer en Allariz, fue médico en Baiona, donde falleció con 41 años víctima de la peste cólera. También se entrevistaron con la poetisa Luz Pozo Garza, descendiente del autor, quien les dijo que el médico solía usar el castellano, idioma en el que escribió esta novela, aunque incluye una oda en gallego.

La editorial alaricana Aira das Letras lo ha publicado recientemente como libro. Se presentará el día 14 (20.30 horas), en el Espazo Ben Común. El libro incluye un estudio lingüístico-literario de Zaida Vila e ilustraciones de Celsius Pictor, como un mapa con los lugares que aparecen citados. Antonio Blanco y Juan Seara cree que se podrían hacer rutas literarias después de leerlo.