«Estudio Derecho con la gente joven»

edith filgueira OURENSE / LA VOZ

ALLARIZ

Santi M. Amil

Este ourensano de 84 años acaba de graduarse por el programa para mayores

27 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Nací el año que mayor cosecha de cereales hubo en España. Me refiero a sin tantos medios técnicos. Ahora supongo que la producción se multiplica con los avances, pero te hablo de cuando todo era más rudimentario», responde Modesto Piñeiro (Allariz, 1934) cuando le preguntan en qué año vino al mundo.

Conoció el programa para mayores que tiene en marcha hace años la Universidade de Vigo a través de un amigo que lo animó a matricularse. Y a los 81 años decidió quitarse la vergüenza y la espinita que tenía clavada por no haber podido estudiar una carrera siendo joven. «Tuve que ponerme a trabajar muy pronto y la verdad es que me fue muy bien aunque solo aprendí de números -fue un alto cargo del Banco Hispano Americano- ahora en la universidad pude tocar la Filosofía y la Literatura. ¡Y las clases de nutrición me han servido para aprender a cuidarme!. Porque comer sabemos todos, pero cuidarse es más complicado», bromea con un café entre las manos. «También tengo dos huertitas en Allariz, donde era la casa de mi padre. Y planto judías, tomates, pimientos..», añade.

Modesto pertenece a una familia humilde de siete hermanos (él es el menor), de padre labrador y fue el único que pudo ir al colegio de pequeño. «Como me fue imposible ir a la universidad yo intentaba siempre arrimarme a intelectuales y gente estudiada de la que pudiera aprender», cuenta. El trabajo lo llevó a vivir en hasta siete lugares diferentes del norte de España como Viveiro, Avilés o Bilbao -de donde se tuvo que marchar por estar en una de las listas negras de ETA-. «Cada ascenso suponía un traslado y no se podía decir que no. Si la banda terrorista no me hubiera perseguido, seguramente no me habría vuelto del País Vasco. Es un sitio estupendo para vivir», explica minutos antes de recoger su diploma universitario.

Tiene tres hijos, seis nietos, dos bisnietas «preciosas» (y otra que está en camino) y una energía, memoria e independencia envidiables a sus 84 años. Estudia al día unas dos horas y, haciendo balance, considera que las Matemáticas han estado muy bien para ganarse la vida, pero que lo que le apetece ahora es todo lo relacionado con las Humanidades. «Fue muy tenaz con que sus hijos tuviéramos una carrera universitaria y ahora ha empezado él una y ya no quiere parar», confiesa riéndose su hija Lucía Piñeiro. «Estoy estudiando Derecho y voy con la gente joven al otro edificio. Si aguanto hasta el año que viene, ya tendré dos títulos», espeta con orgullo el universitario de más edad de Ourense.

Santi M. Amil

Al acto de graduación asistieron amigos y familiares de los alumnos que ayer cerraron un ciclo con gran satisfacción. «Demostrades que a idade non é un impedimento para volver ás aulas e moitas veces estabades máis ao día do que acontecía na economía mundial que eu cando non tiña tempo de ler o xornal», les dijo el profesor Alberto Vaquero durante el acto de graduación. «Hay que reconocer que ha estado muy bien, aunque ahora os quejéis de que tardáis mucho en hacer la compra porque os leéis todas las etiquetas de los alimentos», finalizó sonriendo la docente Julia de la Montaña.