Las manos que tejen la cantera

La Voz

ALLARIZ

RAMON LEIRO

Los entrenadores del Celta Zorka, Bosco Salesianos y Allariz analizan la representación gallega en el Campeonato de España femenino

13 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Casi sin voz por el esfuerzo de estos días, la entrenadora del Bosco Salesianos, Nacary Rojas, llega al pabellón de Príncipe Felipe junto a la técnico del Allariz, Rosa Espinosa, para ver el último partido del Celta Zorka infantil, que dirige Pedro Fernández. Son las tres cabezas visibles, las manos que tejen a la cantera, los artífices de que estos tres equipos gallegos hayan llegado al Campeonato de España infantil femenino y en el caso del Bosco haya pasado de ronda. Lo de menos es el resultado. A ellos les compensa ver cómo las niñas disfrutan del mejor baloncesto en su categoría. Tienen una postura unánime sobre quiénes serán los mejores. Las canteras de los equipos catalanes están en el top ten de estos entrenadores. «Aquí hai como tres escalóns, o primeiro que é inalcanzable, despois un intermedio e o de abaixo, onde estamos nos», señala Espinosa, que este año coló a sus pupilas en la competición por primera vez en la historia. «Imaxínate, o Allariz, un pobo de seis mil persoas, chega ata aquí, para nos é unha oportunidade difícil de conseguir», reconoce. Aún así han dado la cara. Lo cree ella, pero también Pedro Fernández, que dirige a las niñas del Celta Zorka, y asegura que «tanto ellas como el Bosco han hecho una gran temporada».

Cada equipo está en un grupo distinto y entre ellos no se cruzaron en la pista, pero han intentando seguirse desde la grada, aunque el Bosco y el Allariz lo han tenido complicado porque jugaban a la misma hora en pabellones distintos. Ayer el Celta y el Allariz se apearon definitivamente de la competición, pero en sus voces no hay ni un ápice de desánimo. «El martes perdimos contra el que acabará siendo el segundo o el campeón de España, es una experiencia para las niñas», confiesa Pedro Fernández, que debutó en este campeonato con una plantilla casi únicamente de jugadoras de primer año.

Los tres entrenadores tienen al Unicaja y al Claret y Sant Adriá como sus favoritos para llegar a la final. Pero, ¿qué tienen las canteras catalanas para aniquilar a sus rivales? Espinosa asegura que se vio claramente en el encuentro del Celta Zorka con el Sant Adriá. «As viguesas competiron ben e foron intensas ata que a metade de partido xa non dan máis e elas están a tope, teñen físico e rotacións», explica. Fernández apunta la misma visión sobre los equipos catalanes y añade además que no se trata de un asunto de tener muchas licencias, sino de que «se centran mucho en la formación y captan jugadoras de otros clubes y eso aquí es complicado», resume. No son excusas, es solo una visión de un torneo al que estos tres entrenadores han llegado con sus niñas por méritos propios.

Son los tres primeros de la liga gallega y para muchas de ellas es la primera vez que compiten en el campeonato de clubes, alguna ha probado el pasado diciembre en el de selecciones. «Lo que más me está sorprendiendo es la actitud de las niñas, que son casi todas de primer año e incluso hay una alevín», explica Nacary, que ayer no quería hablar para reservar las fuerzas para el último partido frente al Distrito Olímpico A, al que ganaron de diez.

Finalmente, el Bosco Salesianos pasa a octavos de final y se enfrentará hoy al primero del grupo D, el Movistar Estudiantes A, que viene de vencer los tres partidos de la primera fase. Nacary Rojas sabía que ayer había opciones después de haber perdido los dos primeros. «Es el más parejo», reflexionaba por boca de su segundo entrenador. Las ourensanas son la única representación gallega que queda en el campeonato, con un equipo formado con jugadoras del colegio, algo poco habitual en un panorama donde compiten los mejores 32 equipos del país. Y Galicia está ahí.