Javier Pardo iniciará en Lalín su andadura en el equipo oficial de ralis de Suzuki
15 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La curva ascendente de Javier Pardo Siota (Allariz, 1996) llega a uno de sus puntos culminantes, a pocos días de iniciar en Lalín la nueva edición del Campeonato de España de Ralis de Asfalto, en la cual se convertirá en piloto oficial de una formación con el caché de Suzuki.
El emergente deportista ourensano da el salto con el aval de su brillante campaña 2017, en la cual se alzó con el triplete estatal en las categorías de Dos Ruedas Motrices, R2 y Júnior, pero su hambre de nuevos retos parece muy despierta: «No podía ser de otro modo y esta temporada es muy ilusionante, dentro de un equipo oficial, que además me está tratando de maravilla. Son muy serios a nivel profesional y con un trato personal inmejorable por parte de toda su directiva. De todos modos, conozco este mundillo. Aunque nadie me presiona en el equipo sé que cada vez debes ser más rápido».
Y es que aunque Javi rebasa por poco la veintena, su carrera está forjada por progresos constantes, desde que comenzó en el asiento de copiloto, al lado de su progenitor en los campeonatos sobre tierra. Curiosamente, aquel fue su primer contacto con Joan Vinyes, uno los pilotos más laureados del país, que aporta el polo de la experiencia en las baterías del equipo Suzuki: «Lo conozco desde que coincidió con mi padre en la Copa Subaru Impreza, creo que fue por el año 2006. Tiene un nivel excelente y, por entonces, estaba claro que tenía un gran futuro como después ha demostrado. Era impensable que pudiera compartir equipo con él, pero solo puedo decir que es un auténtico orgullo. Es un 10 en el aspecto deportivo, pero aún merece mejor nota como persona».
A la vez que vela armas para la primera batalla del nacional de asfalto en el Rali do Cocido, Pardo también incrementa sus compromisos de carácter publicitario y ayer fue uno de los protagonistas de la presentación del equipo Suzuki, en las instalaciones de Caldaria en Laias. Allí pudo verse al de Allariz con una gran complicidad con el hombre que tendrá en el asiento de la derecha por segundo año consecutivo, el asturiano Adrián Pérez: «En la mayoría de las veces no se valora la labor de los copilotos, pero nosotros sabemos lo importante que es, sobre todo en el caso de un profesional como este. Su trabajo es excelente en cada competición y es otra buena persona que me ayuda a mejorar cada día que sigo en este entorno».
A ambos se les iban los ojos ayer hacia el bólido que se sacó de la manga la firma japonesa para la cita protocolaria. Y es que aunque Javier comenzará el curso con la unidad de 2017, ayer estuvo muy cerca del Suzuki Swift R+ N5 de 2018, que pretende estrenar su equipo en Sierra Morena, con Joan Vinyes al volante: «Todavía no sé cuando podré utilizarlo yo, aunque supongo que en alguna de las siguientes pruebas. Ya llegará el momento. Aún tengo que aprender muchas cosas e iré poco a poco. La consigna que tengo del equipo es la de hacer el máximo de kilómetros y fallar lo menos posible. Como es lógico, también esperan que sume un buen número de puntos para el campeonato y, aunque el título está complicado porque hay rivales muy poderosos, intentaremos situarnos lo más arriba posible en la clasificación».
Como reza otra máxima bien conocida en el mundo del motor, Pardo sabe que debe comparar siempre sus cronos con los de su compañero de equipo, porque no siempre será el novato: «Es importante que adelantemos la adaptación al coche y aunque esta temporada es de aprendizaje, al año siguiente lo será menos, así que cada vez debo acercarme más a los tiempos de Joan, que es mi referencia».
Por eso es la gran esperanza del automovilismo de nuestra provincia y tiene la intención además de responder a quienes lo respaldan: «Sin el apoyo de Ourense Termal y la Diputación no llegaría a un equipo como Suzuki. Estoy encantado de tenerlos a mi lado en este desafío».