Instalan balizas en las autovías para impedir entradas erróneas

La Voz OURENSE / LA VOZ

ALLARIZ

MIGUEL VILLAR

La A-52 y la AG-31 tendrán elementos físicos para evitar despistes a los conductores

01 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Evitar las entradas en contradirección por despiste en la autovía es la finalidad de la instalación de balizas, que refuerzan la señalización ya existente para impedir físicamente que se cometa un error. Ya desde hace más de un año están instaladas señales verticales que indican prohibición con fondos fluorescentes para que sean más visibles a distancia. Una señalización doble que ha contribuido a disminuir los casos de entradas a contra mano en las autovías ourensanas y en la que fue pionera la provincia.

Pero siguen ocurriendo equivocaciones, puntualmente, sobre todo entre personas mayores, por lo que las autoridades de Tráfico y las administraciones de carreteras están reforzando la obstaculización física para minimizar en lo posible los errores. Y como la población conductora de avanzada edad supone un alto porcentaje en la provincia de Ourense -con la disminución de reflejos y de pérdidas sensitivas que puede conllevar- las autoridades de Tráfico siguen buscando medidas que minimicen los riesgos de que ocurran este tipo de incidentes.

El estado de la señalización y situación de las carreteras y autovías ourensanas se analiza periódicamente en reuniones entre los representantes de las administraciones titulares de las carreteras y responsables de su correcta señalización. En la última celebrada la semana pasada en Ourense, se constató que los paneles amarillos instalados para advertir de la dirección prohibida en los accesos a la A-52 y a otras autovías autonómicas no son suficientes. La DGT solicitó la instalación de balizas verdes que impidan físicamente la entrada errónea en las vías de doble plataforma y sentido único. En la misma cita se indicó ya que estas balizas se instalan en las entradas 202, en Sandiás, y en la 211, en Allariz, de la A-52. La Xunta también informó de que las colocará en la AG-31, en la salida de Ourense, según las fuentes consultadas. Son los puntos elegidos ahora, porque otros en los que se detectó algún déficit ya se fueron corrigiendo anteriormente. Así ocurrió en el kilómetro 188, en Xinzo, donde hubo hace tiempo varios problemas por este tipo de infracciones. Sin embargo, desde que se modificó la señalización con un refuerzo de paneles no hubo más casos.

La instalación de balizas es una barrera física que resulta eficaz y cuyo coste económico es bajo. Son adecuadas, explican fuentes de Tráfico, para evitar los despistes, pero si hay alguien que quiera entrar deliberadamente en sentido contrario lo haría igual. De todos modos, los casos detectados en Ourense corresponden a entradas por equivocación y no a kamikazes, precisan.

Pocos casos en Ourense, la mayoría entre personas de avanzada edad

Los paneles de la A-52 avisaron el 11 de septiembre de que había un vehículo circulando en sentido contrario por la entrada 217 a la altura de Rante. Un conductor de avanzada edad se había equivocado y al darse cuenta del error dio marcha atrás. En febrero de este año, otro conductor mayor, de ochenta años, tuvo que ser interceptado en la A-52 en Riós después que numerosos conductores se lo encontraran circulando en sentido contrario. Había recorrido más de treinta kilómetros a contramano convencido, según dijo a los agentes que lo pararon, que lo hacía correctamente.

En cualquier caso, los episodios detectados por la Guardia Civil en Ourense son ocasionales. Se suelen producir cuando hay circunstancias meteorológicas adversas, como densos bancos de niebla o de noche y con mal tiempo, y suelen afectar a conductores de edad avanzada, explican las fuentes consultadas. Aunque son pocos los casos, el riesgo que producen en la circulación es elevado, de ahí la adopción de estas medidas. En la comunidad autónoma gallega se aprobaron 119 señales verticales y 250 balizas para separar cada sentido de la circulación en los accesos y en las salidas y que comenzaron a ser instaladas el año pasado. Este verano le tocó a Ourense.