Manuel Devesa Muñiz «En Tinduf 17 médicos de familia atienden a 200.000 personas»

Manuel Devesa Muñiz es el actual secretario de la Fundación SEMG Solidaria, una organización privada sin ánimo de lucro, declarada de asistencia social y de cooperación para el desarrollo por orden ministerial. Este médico de familia de Allariz lleva quince años participando activamente en labores solidarias en Nicaragua y cinco en los campamentos de Tinduf en el Sáhara, zona a la que van destinados cuatro respiradores que el CHUO acaba de donar a la fundación.

-¿Por qué los campamentos de refugiados de Tinduf?

- Llevamos cinco años colaborando en esta región, al suroeste de Argelia, debido a las múltiples deficiencias de un lugar donde las principales causas de muerte son infecciosas, nutricionales y respiratorias. El año pasado vivimos como un hombre de 43 años fallecía al día de inhalar gasoil, por un fallo respiratorio. Precisamente muertes como estas son las que se pueden evitar con estas máquinas.

-¿Cuándo se enviarán estos equipos?

-Para poner en marcha la caravana, que además de los respiradores también llevará alimentos y material educativo, dependemos de la logística de Argelia en el Sáhara, pero calculamos que estarán allí a finales de octubre. De España salen dos caravanas de forma regular cada año. Este, la primera salió en mayo y la siguiente sobre septiembre u octubre. Es un viaje largo y costoso por las condiciones meteorológicas, que condicionan tanto las fechas como el tiempo de duración del viaje.

-¿Cómo actúan cuando van allí?

-Cuando se hacen estos viajes, cada persona lleva un apartado diferente: electrocardiografía, ecografía, formación en diferentes habilidades... y cada uno se desplaza a una de las diferentes vilayas (lo equivalente a las provincias gallegas) y en cada vilaya, en el hospital local, damos asistencia a la población que la demanda durante la estancia de ellos en los campamentos.

-¿Cuál es la situación médica de esta región?

- En la zona hay, desde hace un año, 17 médicos de familia que fundaciones como la nuestra fuimos formando. Estos atienden a una población de 200.000 personas por lo que es más importante si cabe acudir a la zona para implementar su formación, no solo en la rama sanitaria, si no también para que sean capaces de asistir a la población en las principales deficiencias.

-¿Hay algún proyecto de formación en marcha?

- Siempre que vamos ofrecemos formación en diferentes ámbitos en los que creemos que el personal de allí debe de tener la competencia suficiente. Desde hace casi tres años, por ejemplo, se está impartiendo aprendizaje de ecografía gracias a la donación de tres ecógrafos por la Fundación Paideia. Con estos equipos se da formación a médicos, enfermeros y a técnicos en imagen para capacitarlos de la forma más completa posible para desarrollar su labor de diagnostico y tratamiento en los campamentos de refugiados.

-¿Cómo intentan mejorar las deficiencias nutricionales?

-Uno de los mayores problemas es la alimentación ya que disponen de muy pocos medios. En nuestros cargamentos incluimos alimentos básicos pero son muy insuficientes. Tenemos que enseñarles a conseguir alimento con las escasas posibilidades de una zona en mitad del desierto, donde, además, la mayoría son niños. Es fundamental trabajar con ellos.

-¿La ayuda es suficiente?

- No, por desgracia. Necesitamos que la gente vaya a prestar su ayuda a estos campamentos saharauis. Desde SEMG-Solidaria realizamos llamamientos continuos a que otras oenegé nos hagan visible, colaboren con nosotros, y también para hacer voluntario que actúe, no solo desde España, si no que vaya a la zona y ayude en función de sus condiciones.

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