La media de denuncias por drogas a conductores es de una al día este año

p.seoane OURENSE

ALLARIZ

Los controles de alcoholemia se hace de forma indiscriminada; los de drogas son selectivos.
Los controles de alcoholemia se hace de forma indiscriminada; los de drogas son selectivos. miguel villar< / span>

En poco más de mes y medio la Guardia Civil ha identificado a un total de 48 personas con restos de droga, la mayoría con cocaína o cannabis

21 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos intervenciones de la Guardia Civil de Tráfico en Ourense han reavivado las alarmas esta misma semana. Y corroborado que cada vez es más frecuente la asociación entre conducción y consumo de sustancias estupefacientes. Sin dejar de ser llamativos los episodios que se han registrado en la carretera de Lugo y en la A-52 a su paso por Allariz, en ambos casos asociados a altas velocidades, lo que evidencian estas dos intervenciones es que «tenemos un problema muy serio con las drogas», como lleva diciendo el Jefe Provincial de Tráfico desde que se empezaron a intensificar estos controles. David Llorente, el representante en Ourense de la DGT, mira incluso más allá del grave impacto que representa para la seguridad en la circulación y abre interrogantes sobre el grado de aceptación que las sustancias estupefacientes tienen en la sociedad. El consumo, huelga decir, no se limita a conductores. Y si el porcentaje de pruebas que dan positivo entre este colectivo es tan alto, en otros ámbitos es muy probable que se alcanzaran tasas similares, según sugiere.

Ya lo apuntaba en noviembre del 2014 el teniente Norberto González Trigo, de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Ourense, cuando advertía en un estudio la «especial preocupación» que generaban los datos que entonces afloraban. «Los resultados dicen que los estupefacientes están en la sociedad», constata, a la luz de los datos.

En el caso del tráfico en la provincia de Ourense, en lo que va de año y con cifras de esta misma semana, son 48 los conductores que han sido denunciados por sendos positivos a los test de drogas a los que fueron sometidos. Se trata en todos los casos de sanciones de carácter administrativo. Se castigan estas situaciones con 1.000 euros de multa y la pérdida de seis puntos en el permiso de conducción, lo cual supone que en las cuentas de la DGT han desaparecido 288 en poco más de medio y medio.

Seiscientos puntos por alcohol

La cifra es sólida en sí misma, pero lo es más si se compara con los efectos de los controles de alcoholemia, muchas más, e indiscriminadas cuando se trata de acciones preventivas. En este mismo período, el número de puntos perdidos por los conductores denunciados en las carretera de la provincia, como consecuencia de positivos en alcohol, han sido 598, prácticamente el doble. Pero con más pruebas.

A modo de referencia, en la pasada campaña especial de controles preventivos con motivo de las fiestas del entroido se hicieron en Ourense 2.576 pruebas de alcoholemia que dejaron 83 positivos, mientras que los conductores sometidos al test de drogas fueron 51, aunque veintidós de ellos dieron resultado positivo.

En el caso de los resultados de los etilómetros, son contados los de conductores que optan por el análisis de sangre en un centro hospitalario para contrastar los datos. En drogas, sin embargo, no basta el resultado del aparato móvil que se utiliza en la carretera, sino que en todos ellos se hace un análisis de laboratorio para confirmar o desmentir la presencia de estupefacientes en el organismo del conductor. Con datos del año 2015, en la Jefatura de Tráfico de Ourense resaltan que solo en tres situaciones concretas -sobre más del millar de expedientes acumulado hasta entonces- se corrigió el resultado final como consecuencia de ese análisis más minucioso, al determinarse que el origen de aquel positivo estaba en algún medicamento.

Los positivos se multiplican desde los 10 casos del 2011

Los controles de drogas en la carretera llegaron a Ourense en el año 2011 y dejaron únicamente diez casos positivos denunciados. Los dos siguientes, 2012 y 2013, marcaron una etapa de transición, en la que se mantuvo la cifra de 63 casos por temporada. Hasta que en el 2014 se dispararon los positivos al llegar a 240 en todo el año. La progresión situó en ochocientas las denuncias por presencia de sustancias estupefacientes durante el 2015. Y en lo que va de año, son ya 48 los positivos que se han detectado. Cocaína y cannabis se llevan la palma, mientras que los otros tres perfiles que se detectan -anfetaminas, metanfetamina y opiáceos- apenas tienen incidencia en los resultados totales de las pruebas.

La cifra total de diligencias penales por alcoholemias es de veintinueve solo desde enero

Los dos conductores que circulaban a velocidades excesivas esta semana, detectados por radares móviles de la Guardia Civil de Tráfico, se enfrentan a acusaciones por delitos contra la seguridad del tráfico. Superaron con creces los máximos permitidos al circular a 172 km/h en un lugar donde existe una limitación a 60 y a 235 en la autovía, donde el máximo permitido es de 120 km/h., por lo que las dos intervenciones dieron lugar a la apertura de diligencias judiciales. Los positivos de drogas aún quedan en el ámbito administrativo, por lo que el hecho de haber dado positivo los conductores en cannabis y en cocaína, respectivamente, no lleva aparejado un procedimiento penal añadido. Con el alcohol, sin embargo, es diferente. El Código Penal establece que a partir de 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, cae en el ámbito delictivo. En lo que va de año son veintinueve los positivos derivados al juzgado.

Prisión, multa o trabajo

Las condenas se mueven entre las penas de prisión, multa, trabajos en beneficio de la comunidad y privación del permiso de conducir. Entre las últimas sentencias del juzgado de lo Penal número 1 de Ourense, Eliseo R. C. se conformó con una multa de 900 euros (seis meses de prisión con cuota diaria de cinco euros), aparte de un año y tres meses sin carné, por un positivo de 1,02 tras un accidente.

En otro procedimiento reciente del mismo juzgado, Jesús O. A. fue condenado a cuatro meses y quince días de prisión como autor del mismo delito, con cuatro años de prohibición del derecho a conducir y pérdida de vigencia del permiso. En este caso, el alcance de la condena viene no tanto de la tasa de 0,98, sino por la reiteración en la conducta, con tres condenas anteriores por hechos similares.