Otras razones para ir al cementerio

maría cobas / Mar Gil OURENSE

ALLARIZ

La provincia cuenta con varios camposantos que merecen un hueco en las guías turísticas

01 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada vez hay más rutas por cementerios. Son un atractivo turístico como otro cualquiera. Pasa en las grandes ciudades, pero también podría pasar en el rural. La provincia de Ourense esconde verdaderos tesoros, por las lápidas superantiguas, por la situación de los cementerios o también por las vistas que desde allí pueden disfrutarse. Son cementerios que invitan a la visita. Uno de los imprescindibles, en Petín. En Santa María está un pequeño cementerio alrededor de la iglesia (también de lo más curiosa y visitable, aunque casi nunca pueda verse por dentro) que, al estar en un alto, permite disfrutar de unas increíbles vistas sobre el embalse y el valle. También de vistas va el de San Fiz en Bande. En Casaio (Carballeda de Valdeorras) llama la atención la puerta renacentistas, así como las grandes escombreras de pizarra del otro lado de la ladera.

A Allariz hay que ir no solo a visitar jardines contemporáneos, tiendas de moda o un casco histórico impecable. Hay que ir también para disfrutar de lo que el escritor Marcial Suárez describió como el cementerio que produce más silencio del mundo. Encajado en tres terrazas, el cementerio de Vilanova descansa entre la falda de un castillo fantasmagórico y el césped relajante que adorna el río Arnoia frente al jardín histórico del Arnado. Allí descansan Vicente Risco y cientos de alaricanos sin renombre que han ido fraguando, con su solo existir, la esencia y la historia de una villa de viejos realengos y próspero presente. Y entre las tumbas puede uno adivinar las andanzas de «O acomodador», la figura literaria de Suárez que combinaba su trabajo de enterrador con la atención en el cine de la villa. Era acomodador de muertos y de vivos. Los primeros descansan en Vilanova. Los segundos tenemos la oportunidad de descubrir una hermosa panorámica fluvial desde la terraza más alta del camposanto. Y recomendable también el de Arnoia, alrededor del templo y con numerosas tumbas alienadas en el suelo.

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