Y mañana, por fin, abren los bares

maría cobas / rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

A RÚA

La hostelería se prepara para la reapertura
La hostelería se prepara para la reapertura MIGUEL VILLAR

El paso a la fase 1 permite recibir clientes a los 2.655 locales que hay en Ourense

10 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Pasamos de fase y ¡abren los bares! Después de dos meses con la persiana bajada, el avance en la desescalada permitirá a partir de mañana sacar las terrazas a los 2.655 bares y restaurantes que hay en la provincia (según los datos del Instituto Galego de Estatística). No habrá todavía posibilidad de tomarse algo a pie de barra, pero sí en las mesas y sillas instaladas al aire libre, manteniendo la distancia de seguridad y con un aforo reducido a la mitad respecto a la terraza que cada local tenía el año pasado.

Son restricciones que han provocado que muchos hosteleros (en todos los puntos de la provincia) no tengan previsto abrir mañana, pero sí habrá muchos que lo hagan. Se podrá volver a disfrutar de los bares, en especial en los concellos con mayor número de locales, ya que aunque algunos opten por cerrar, hay mucha oferta. Es el caso de la ciudad, con hasta 1.024 negocios de este tipo. En segundo lugar está O Carballiño, con un censo de 206. En Verín son 146, 115 en O Barco de Valdeorras, 114 en Xinzo de Limia, 69 en Celanova, 54 en Ribadavia y 43 en A Rúa de Valdeorras.

Del otro lado de la tabla, los Concellos con menos bares y restaurantes son Quintela de Leirado y San Xoán de Río, donde solo hay uno. En Porqueira, Pontedeva y Chandrexa de Queixa hay dos; mientras que en Lobeira, Punxín, Beade, Gomesende y Verea la oferta sube hasta tres.

Ahora toca mirar al cielo, porque la previsión da lluvia y tormenta para los próximos días. Habrá que aprovechar cuando escampe para salir a buscar mesa.

Carla Quintela y Álex Fernández son los propietarios de Charro Mex
Carla Quintela y Álex Fernández son los propietarios de Charro Mex MIGUEL VILLAR

Carla Quintela y Álex Fernández: «Abriremos la terraza. La gente tiene ganas de tomarse una consumición»

En Charro Mex El Mexicano, en la avenida de la Habana de Ourense, se pasaron el confinamiento cocinando y preparando sus aplaudidas recetas para llevar a casa de sus clientes. A cada paso que se da en la desescalada, Carla Quintela y Álex Fernández se apuntan sin dudarlo. Durante toda esta semana han añadido la entrega en el local y, a partir del lunes, abrirán al 50 % su zona exterior. «Es una miniterraza con dos mesas. Pero entendemos que la gente tiene ganas de poder tomarse una consumición mientras espera a que le entreguemos el pedido o, simplemente, pararse a tomar una caña ahora que vuelve a estar permitido», explica Carla Quintela.

Durante estos casi dos meses de actividad bajo mínimo, en Charro Mex El Mexicano han reforzado las medidas de higiene para proteger a los trabajadores y a los clientes. No está toda la plantilla trabajando, ya que como explica se vieron obligados a acudir a un ERTE para siete personas. Trabajan con una persona en cocina y un camarero, al margen del apoyo que mantienen ellos como propietarios. «Las ventas fueron aumentando de manera progresiva durante el estado de alarma. Sí que notamos que la gente la primera semana tenía más miedo a pedir a domicilio, pero ahora se van animando», señala.

El protocolo de reparto apenas ha variado, más allá de que la mayoría de los repartos se entregan sin contacto y que el pago con tarjeta se ha convertido en indispensable. En el caso de los pedidos de recogida en el local, las entregas se realizan en el exterior. Entre las medidas adicionales de higiene y desinfección con máquina de ozono. A partir de mañana, la normalidad estará para ellos un paso más cerca.

Kelly Carballo (a la izquierda) con su madre, en el bar Corinto de A Rúa de Valdeorras
Kelly Carballo (a la izquierda) con su madre, en el bar Corinto de A Rúa de Valdeorras

Kelly Carballo: «Mientras la cosa esté tan verde prefiero dar solo comida para llevar»

Después de casi dos meses cerrado, el viernes reabría sus puertas el bar Corinto de A Rúa de Valdeorras. Eso sí, con una barra en la puerta desde la que Kelly Carballo entregará los pedidos de comida que le hagan sus clientes. Esa será su forma de trabajar en las próximas semanas. E incluso meses. «Mientras esté la cosa tan verde prefiero seguir así», contaba. E iba más allá: «Probablemente no abra la terraza en todo el verano». Plantea como una opción abrir para una pandilla grande que vaya a usar el patio interior, pero poco más. «Yo ahora mismo no me siento en una silla de la que se haya levantado otra persona. Y entonces, ¿cómo hago? ¿Cada vez que se levante alguien voy a desinfectar el sitio con lejía, o tengo a una persona para eso? No lo veo». Reconoce que todo el mundo tiene ganas de salir de bares, «pero no hay seguridad». Así que de momento el Corinto vuelve solo para tapas: calamares, oreja, riñones, callos, gambas (a la plancha o al ajillo) y tortilla. Pero en táper y para llevarse a casa.