Pazos y puentes romanos dibujan el paisaje de un concello rodeado de naturaleza
24 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Casas de piedra, varias de ellas señoriales, con grandes galerías de madera pintadas de blanco dibujan el casco viejo de A Pobra de Trives, un espacio pequeño y coqueto que invita a caminar disfrutando de los rincones. De arquitectura e historia presume la localidad no solo en el centro, sino en otros puntos del territorio como pueden ser el monasterio de San Salvador de Sobrado, sus pazos o los puentes. Y todo rodeado de naturaleza, no en vano en Trives está (compartido con San Xoán de Río) el primer paisaje protegido de Galicia.
Ponte Bibei
En la carretera OU-636, a apenas diez minutos del casco urbano en dirección a Valdeorras, está el puente Bibei. Fue construido a principios del siglo II y forma parte de la Vía Nova, que los romanos diseñaron para conectar Astorga con Braga. Destaca en este trazado también el puente Navea. El Bibei está hecho con sillería almohadillada y cuenta con tres arcos de medio punto desiguales. Sus 75 metros de longitud siguen soportando el tráfico rodado a diario, ya que es la única alternativa para salvar en Bibei. Es uno de los puentes romanos más espectaculares de la península, lo que le valió la declaración de Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1931. En sus inmediaciones están emplazados dos miliarios, uno es de Tito y Domiciano y el otro es de época de Trajano.
Paisaje protegido
A escasos metros de la OU-536 está el mirador de Penas de Rome, una construcción reciente que destaca por la espectacularidad del diseño. En su tramo final está hecho con piezas transparentes, por lo que semeja que el visitante está suspendido en el aire. Y no menos impresionantes son las vistas, hacia los barrancos del Val do Navea, que presume de ser el primer paisaje protegido de Galicia.
Descubriendo las montañas
El diseño moderno de Penas de Rome está también presente en el mirador del Navea, ubicado en la carretera que une Trives con Montefurado. Está encima de una gran roca, al igual que ocurre con el de Pena Folenche. En lo alto de la aldea del mismo nombre el espacio es mucho más modesto en su diseño, con apenas intervención más allá de unas vallas que evitan posibles accidentes si uno se asoma demasiado. Varios paneles informativos ayudan a diferenciar las montañas que aparecen en el horizonte, Cabeza Grande de Manzaneda y Pena Trevinca, entre otras.
Os Sequeiros
En los soutos de Pena Folenche están los sequeiros, antiguas construcciones en piedra que en el pasado cobraban vida durante varios meses al año. Era en la época del castañal. La gente se trasladaba a vivir allí durante la temporada de recogida del fruto. Con la misma lumbre con la que secaban las castañas para su conservación se resguardaban los moradores del frío. Ahora ya no se utilizan, pero una restauración llevada a cabo hace unos años permite ver cómo estaban distribuidos por dentro.
La arquitectura
Trives cuenta con varios edificios que merecen visita, como Santa Leonor, en pleno casco urbano y que alberga el Museo da Escola e da Infancia, además de un centro de interpretación. Cerca están también la Casa da Marquesa y la Casa Grande; y ya cogiendo el coche están otros pazos como el de A Freiría, A Corga o Sobrado. En esta última aldea destaca también el monasterio de San Salvador, un templo románico del siglo XII. Solo el exterior merece una parada.