Los expertos advierten de que prorrogar presupuestos locales debe ser algo «extraordinario»

La Voz

A POBRA DE TRIVES

Agostiño Iglesias

Un informe de la Universidad de Vigo aborda los problemas a la hora de sacar adelante las cuentas municipales

04 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«La prórroga de las últimas cuentas aprobadas debe entenderse como una situación extraordinaria, y no como algo repetitivo en el tiempo». Es una de las conclusiones del informe que ayer mismo hizo público el grupo de investigación GEN, de la Universidad de Vigo y con sede en el campus de Ourense, en el que se hace un extenso repaso por las dificultades que a menudo atraviesan los municipios gallegos para poder sacar adelante sus cuentas.

Como no, el estudio hace un repaso por los ayuntamientos con más problemas en este capítulo, destacando casos como el de la capital ourensana, uno de los pocos con más de 50.000 habitantes que tiene sus cuentas prorrogadas desde 2014.

Entre los que son más pequeños, el informe hace mención también a casos como los de Celanova, A Pobra de Trives o Melón, explicando las consecuencias que esta situación puede tener para los vecinos afectados, que a menudo ven reducirse las inversiones y obras de mejora en su entorno. «Unos presupuestos prorrogados pueden permitir pagar las nóminas de los empleados públicos o satisfacer el gasto corriente en bienes y servicios, pero no modificar o incrementar las inversiones, que es la partida más perjudicada por la falta de nuevos presupuestos», advierten los investigadores.

El estudio destaca que en los últimos años se ha ido incrementando -en muchos casos por el complicado arco representativo surgido tras las elecciones del 2015- el porcentaje de ayuntamientos que sacan adelante sus cuentas a destiempo; tanto es así que seis de cada diez se encuentran en esta situación, situándose el porcentaje en siete de cada diez para los municipios que tienen entre 10.000 y 50.000 habitantes. «Parece que tras las últimas municipales han aumentado las dificultades para tener aprobado en fecha los presupuestos», apuntan los investigadores, que recogen el caso de las localidades más grandes, en los que el porcentaje de aprobación de las cuentas en tiempo y forma ha pasado del 42 % al 14 %.

La política de parcheo

Además de la incapacidad para acometer inversiones, los expertos destacan que la falta de autorización presupuestaria «conlleva a aprobar continuadas autorizaciones de crédito, algo a todas luces poco recomendable, puesto que se trata de una política de parcheo». Recuerdan los expertos de la Red Localis que «lo anterior es incluso más grave cuando existe capacidad recaudatoria, y debido a esa falta de autorización de gasto no se pueden ejecutar las partidas previstas».