La vendimia se intensifica al abrir cooperativas y grandes bodegas

María Cobas Vázquez
MARÍA COBAS O BARCO / LA VOZ

A POBRA DE TRIVES

MIGUEL VILLAR

En Ribeiro inician el segundo tramo de una campaña adelantada por el pedrisco

11 sep 2017 . Actualizado a las 19:32 h.

A tope. Las bodegas ourensanas vivieron ayer un domingo de actividad frenética. La vendimia no solo está en marcha, sino que está ya en su parte central, en la que cada vez son más las empresas que están recogiendo uva, y que -a estas alturas de año, cuando en otras ocasiones aún se estaba empezando- hay quien ha cerrado. Al menos cuatro bodegas en Valdeorras y nueve en Ribeira Sacra están ya a otra cosa. Los datos son provisionales porque varían cada día.

El adelanto de la vendimia se está notando, y ya no solo se están recogiendo las variedades blancas -de maduración más temprana-, sino que ya hace días que están entrando en bodega variedades tintas.

La más voluminosa es la de Ribeiro, donde con datos del jueves por la noche se habían recogido casi 5 millones de kilos de uva. «Imos moi adiantados, a vendima deste ano é absolutamente anormal, no sentido de que xa sabíamos inicialmente que era unha vendima en dúas partes; a primeira agora e na primeira quincena de outubro a das cepas que recuperaron da xeada... Pero co episodio da pedra, isto o que fixo foi adiantar a vendima sobre todo das partes máis tocadas pola pedra, e ao final vai en tres tramos», explica el presidente del consello regulador de la denominación de origen, Juan Manuel Casares. La primera vendimia está rematada. Fue la urgente, la de las zonas afectadas por el pedrisco de semanas pasadas, para evitar que entrara podredumbre y enfermedades, que causarían daños irreparables, según Casares. La segunda empezó el jueves, es lo que sería la vendimia tradicional (y única) en O Ribeiro si no hubiese episodios meteorológicos adversos. Este fin de semana ha sido el de mayor número de bodegas abiertas al mismo tiempo, sumando un total de 73. Y todavía quedará una tercera vendimia para la primera quincena de octubre, para recoger las uvas de las cepas que sufrieron las heladas de abril y consiguieron rebrotar.

En Monterrei suman más de 700.000 kilos recogidos -a datos del viernes-. «A vendima vai lenta, no sentido de que hai adegas que empezan e despois paran, pero sen acabar. Prevese que se alargue ata mediados do mes que vén, se as condicións climáticas o permiten», explica Miguel López, director técnico del consejo regulador.

Varias bodegas ya cerraron

En Valdeorras, que fue la denominación de origen más madrugadora (el primer día de vendimia fue el 14 de agosto), están en plena campaña, después de que la cooperativa de A Rúa abriese la recogida. Todos menos cuatro bodegas, que ya han cerrado. Son Godeval, Melillas, Cepado y Germán Rodríguez Prada.

«Ahora toca decidir cómo gestionamos una producción más pequeña»

 

m. cobas o barco / la voz

Ya hace más de una semana que Godeval terminó la vendimia, la más adelantada en su historia, que curiosamente, tiene lugar un año después de la más tardía. Explica la gerente, Araceli Fernández, que la helada y el pedrisco no les afectó demasiado, pero sí lo ha hecho la sequía. «Ha hecho que el rendimiento de la uva sea bastante bajo, y se ha tenido menos producción que otros años», señala, para después cifrar en un 30% la reducción de la cosecha respecto a 2016. A cambio, dice, la uva viene «supersana», porque sin agua, cero riesgo de enfermedades. Ahora con la uva ya en bodega, hay que procesarla, y también organizarse. Porque habrá menos vino para sacar al mercado, precisamente en un momento en el que ha subido la demanda, así que toca tomar decisiones. Aunque primero hay que saber cuál será la producción final de los kilos de uva recogidos, porque el rendimiento no es siempre igual.

«Estamos estudiando el mercado y los resultados del año pasado para después tomar decisiones -señala la gerente de Godeval-. La más fácil es subir el precio, pero no sé si será la que elegiremos». Habla de gestionar mejor el estocaje, asignando cupos, y también mirar los costes de producción, «porque a menor producción, costes mayores», relata Fernández.

En Ribeira Sacra llevan recogidos -a fecha del sábado- 1.332.645 kilos de uva, según los datos oficiales que desde el consejo regulador se dan a conocer a través de la web, en una campaña en la que se espera andar sobre los cinco millones de kilos de uva. En la actualidad son 39 (de las 93 bodegas amparadas por el sello de calidad) las que están recogiendo uva. Además, otras nueve ya han finalizado.

Las primeras uvas entraron en bodegas acogidas a la denominación de origen el pasado 19 de agosto, pero la lógica de los productores que juegan con grandes volúmenes impone otros plazos. Cuentan con proveedores de diferentes subzonas y deben esperar a que la fruta esté madura en las viñas más tardías. Los casos puntuales de exceso de maduración son en este caso un problema menor. Los lotes de mucho grado compensan en la mezcla otros que puedan andar bastante más escasos, informa Luis Díaz.