Tras los pasos de los viejos monjes

CARLOS RUEDA / CARLOS CORTÉS MONFORTE / LA VOZ

A PEROXA

Carlos Rueda

Un paseo por el camino que unía los monasterios de Santo Estevo y San Vicente do Pino

19 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La ruta de hoy empieza en el monasterio de Santo Estevo de Ribas do Sil y forma parte de la red de caminos naturales de la Ribeira Sacra. Se trata de un itinerario muy frecuentado por los frailes de Santo Estevo para comunicarse con el también monasterio benedictino de San Vicente do Pino, en Monforte. «Baixaban por este camiño ata o lugar onde hoxe está a ponte sobre o Sil, logo cruzaban o río no lugar da Barca cos seus cabalos para continuar cara Monforte», relata un vecino del lugar.

El comienzo de la ruta está está a la entrada de la localidad de Santo Estevo, en el municipio de Nogueira de Ramuín, y al lado del muro que hace de cierre y limite de las propiedades que fueron del monasterio. Justo en este punto, en el lugar denominado A Casa Vella, hay un panel informativo sobre la ruta.

Recorridos los primeros cincuenta metros, en el lugar de O Caño y donde el camino cruza el túnel para el abastecimiento de agua al monasterio, surge una bifurcación. El sendero que sale a la derecha es el Camiño dos Muíños y da acceso a los molinos que en tiempos eran propiedad del convento. Hay que seguir de frente sin desviarse.

A 250 metros está el lugar denominado A Casa Nova, donde se encuentra la llamada casa del Notario. En esa soberbia vivienda construida en cantería, residía el notario del monasterio. «Tiña un forno para cocer o pan e unha adega onde elaboraba o viño. A vivenda posiblemente fose construída no século X, cando o mosteiro alcanzou o seu máximo esplendor, pero o sequeiro, que está pegado nun lateral, é moi posterior. Actualmente é de propiedade privada», explica el señor Lolo, uno de los vecinos Santo Estevo.

El roble avanza

A partir de aquí, la ruta descienden entre castaños y algunos robles. «Aquí sempre foi souto de castiñeiros, había máis de sesenta sequeiros nesta zona; pero foron secando e agora o carballo empeza a desprazar ao castiñeiro», cuentan los vecinos.

El camino da después un giro a la izquierda en el lugar llamado Os Lameiros, zona dedicada a huertas debido a la abundancia de manantiales. Después viene As Guímaras, en el kilómetro 0,550, donde abundaban los frutales y también se plantaban hortalizas.

La fuente de As Agüelas se encuentra en el kilómetro uno. Delimitada antiguamente por un muro de piedra, tenía un abrevadero para dar de beber a los caballos del monasterio. De la fuente solo queda un corto canal labrado en la piedra y una reducida pileta en su base.

El camino da un giro a la izquierda trescientos metros más adelante. Ahí está A Volta do Rouso. Justo al lado del camino hay una piedra de mediano tamaño, con la parte superior lisa, sobre la cual paraban a descansar las gentes que subían en dirección a Santo Estevo. «Moitas veces subiamos cargados con cestos de castañas ou leña», recuerda un vecino.

Aún está el pilón de la fragua

En el kilómetro 1,700 está As Hortas Secas, zona de labradío, y trescientos metros más adelante A Volta Oscura, así llamada por ser una zona de vegetación muy tupida y en la que apenas entraban los rayos del sol.

En el kilómetro dos, hay que cruzar el arroyo de Xandiz, en el lugar conocido como A Volta Grande. El caudal de este arroyo, procede del mismo lugar donde se encuentran los túneles de captación para llevar el suministro de agua al monasterio.

A continuación vienen Os Louzás, donde aún quedan los restos de un par de construcciones de hormigón. En 1954 y 1955 fueron utilizadas en la construcción de la carretera de Os Peares, que pasa a pocos metros por debajo del camino. En una de las construcciones estaba alojado el compresor y en la otra una fragua.

Todavía se conserva el pilón donde se templaba el hierro utilizado en las obras de la carretera. Justo por debajo de este lugar y a orillas del Sil, estaban las antiguas pesqueiras de O Canar. «Era unha zona na que a canle do Sil estreitaba moito e foi aproveitado para instalar as pesqueiras. Ao lado estaba a casa do pescador, pescaba case sempre pola noite; troitas, lampreas, sábalos... Logo tiña que subir con todo o peixe para o mosteiro», explica el señor Lolo. Actualmente, las aguas del embalse, cubrireon las pesqueiras y la vivenda.

La barca de Andrés

Unas decenas de metros más adelante, viene el lugar del Atallo das Hortas Secas y luego O Chamadoiro, que recibía ese nombre porque ese lugar era el punto idóneo para llamar al barquero, conocido por Andrés, que vivía en una casita en la orilla opuesta del Sil.

Solo restan cuatrocientos metros para el final de la ruta, en la carretera que lleva a Os Peares y al lado del arroyo de San Miguel, que forma una bella cascada. A poca distancia estaba la ermita de San Miguel, entre la carretera y el río Sil, pero hoy en ruinas y totalmente tapada por la maleza.

Longitud y dificultad

La longitud de la ruta es de unos 2,5 kilómetros y su dificultad media-baja.

Cómo llegar a Santo Estevo

Desde Monforte hay que dirigirse a Ferreira de Pantón, distante diez kilómetros. En el centro de esta localidad hay que tomar la carretera hacia el puente del Sil y Santo Estevo de Ribas de Sil, que suma veintidós kilómetros más de recorrido.