La asociación Os Tres Reinos dispone ahora de un vehículo para transportar a sus usuarias mayores desde los pueblos hasta el centro multiusos donde imparten talleres terapéuticos
24 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Vivir en el rural tiene sus ventajas y permite llevar una vida tranquila y más natural, también en la vejez. Pero tiene sus inconvenientes si no se dispone de transporte para acceder a algunas actividades y para aumentar las relaciones sociales. En A Mezquita (1.013 habitantes), concello ourensano doblemente arraiano con Portugal y Zamora, la asociación cultural Os Tres Reinos lleva quince años trabajando para que las mujeres mayores del rural puedan compartir momentos de ocio, compañía, formación y terapia.
Hacer llegar las actividades a todas las mujeres que viven en los distintos pueblos del municipio es complicado por la dispersión poblacional. La entidad dispone ahora de un vehículo adaptado, financiado por la Xunta, para el traslado de las personas mayores. Costó 22.000 euros y permitirá que la asociación pueda transportar a sus usuarias hasta el centro en el que se llevan a cabo las actividades. La semana pasada, un grupo de mujeres vecinas de A Mezquita y O Pereiró se reunían en el multiusos de la capitalidad municipal para participar en uno de los talleres terapéuticos.
La pandemia lo ha complicado todo y ahora, como los grupos tienen que ser reducidos, todavía es una monitora la que se desplaza a los pueblos para dar los talleres a quienes no pueden acudir al multiusos de A Mezquita por la limitación de aforo, explica la secretaria de Os Tres Reinos, Cristina Clavería. Pero la idea es, cuando la situación sanitaria lo permita, traer a las vecinas para realizar juntas los talleres terapéuticos.
La asociación da servicio a 55 usuarias y, además de las actividades en A Mezquita, sus monitoras se desplazan a los distintos pueblos (Manzalvos, Chaguazoso, Vilavella, Cádavos, O Pereiro, A Mezquita...). Para las vecinas, estas actividades terapéuticas son «a alegría do seu día», afirma la secretaria. Aunque la mayoría se conocían entre sí previamente, el miedo al covid hizo que mucha gente se quedara sin salir de casa. Uno de los objetivos es de esta iniciativa es precisamente combatir la soledad, además de realizar los talleres terapéuticos adaptados a las necesidades de cada usuaria para mejorar sus capacidades. Son actividades como las que hacen en los centros de día.