El fiscal pide 10 meses de prisión para un acusado de amenazar de muerte a su esposa
19 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La imagen del cementerio y la cárcel, con su paralelismo en la muerte y la privación de libertad, el fin de todo y la posibilidad de iniciar una nueva vida tras el paréntesis, respectivamente, se ha convertido en un clásico de las amenazas, particularmente en el entorno de la violencia machista. Las referencias al camposanto dejan lugar a pocas interpretaciones, al igual que ocurre con las alusiones a la cárcel. El tono de las palabras que Ernesto M. R. dirigió a su esposa el 18 o el 19 de abril del 2017, cuando ambos se encontraban en el domicilio familiar de A Mezquita, lo llevó al banquillo de acusados del Juzgado de lo Penal 1 de Ourense.
No solo le dijo que la iba a matar, sino que enfatizó su expresión con un explícito «de la cárcel se sale; del cementerio, no», como recoge el ministerio fiscal en su escrito de acusación.
Como si contara que su proceder, de llevarlo a cabo, lo conduciría a prisión, aunque peor parada saldría la víctima, pues, según advertía, pondría fin a su vida y acabaría en el cementerio.
El acusado, sin memoria
El implicado no se acordaba ayer de nada. La víctima, sin embargo, lo tenía claro. Como también los demás testigos, familiares de la pareja, que recordaban el episodio, aunque lo situaban no en las once de la noche del día 18, sino en la mañana del día 19. La defensa aprovechó esta diferencia para mostrar dudas sobre lo ocurrido y sobre la testifical.
La reacción del fiscal fue ágil. Modificó el escrito de acusación con el único motivo de ampliar el momento del suceso. Y si inicialmente situaba el incidente a una hora y día concreto, a la vista de los testimonio lo dejó abierto en una franja de tiempo que se mueve entre la noche de un martes y la mañana de un miércoles.
El acusado no recordaba lo ocurrido. La mujer, sin embargo, tenía claro que el hombre trataba de amedrentarla para que abandonara la casa familiar. Corroboró los detalles.
Orden de alejamiento
La denuncia por esos hechos no había caído en saco roto. Como consecuencia de esos hechos, el Juzgado de Instrucción de Verín número 2 dictó con fecha del 20 de abril del 2017 un auto por el que se prohibía expresamente al ahora acusado aproximarse a menos de trescientos metros de la mujer allá donde estuviera, no solo su domicilio y su lugar de trabajo. En el supuesto de encontrarla por casualidad, quedaba obligado a alejarse de ella.
La resolución judicial le impedía, aparte del contacto físico, comunicar con ella por cualquier medio posible, ya fuera por teléfono, por correo electrónico, o contando con la colaboración de terceras personas para hacerle llegar alguna nota.
La petición de condena que la fiscalía propone para este hombre es de diez meses de prisión, dos años y medio de privación del derecho a portar armas y cuatro años de alejamiento, con una distancia de seguridad de trescientos metros. En ese período le quedará prohibido, además, establecer contacto con ella.