Reciclar residuos de construcción, una asignatura pendiente

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

A MEZQUITA

La provincia acumula numerosas zonas de vertidos procedentes de la edificación así como del arreglo de carreteras

18 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Toda actividad económica genera un residuo y, en el caso de la construcción, no siempre se gestiona de la mejor forma. La provincia de Ourense, al igual que otras muchas, sufre las consecuencias de las prácticas poco ortodoxas por parte de algunas empresas que no gestionan debidamente sus escombros, creando vertederos incontrolados contra los que luego es complicado actuar.

En la provincia la asociación gallega de recicladores de construcción y demolición, Arcodega, detecta dos tipos diferentes de vertederos, los de fresados de aglomerados asfálticos, que proceden de la renovación de carreteras y quedan generalmente acumulados en los entornos de estos viales, y los de residuo de construcción y demolición (RCD), que se pueden encontrar en los entornos de muchos municipios.

Las inmediaciones de la autovía A-52 acumulan, según esta agrupación, varias zonas en las que se han generado puntos de vertido incontrolado. «Para nosotros los fresados son la principal preocupación que existe en la provincia de Ourense», asegura Benito García Carril, que recuerda que tienen localizados, y denunciados, los que se encuentran en Castrelo do Val y A Mezquita. En este último se habrían llegado a acopiar hasta 50.000 toneladas de fresados asfálticos utilizados en la restauración de caminos rurales. Se trata de restos que suponen un riesgo medioambiental, por la filtración de tóxicos al subsuelo cuando llueve.

San Cibrao das Viñas, O Carballiño, Ourense, Maceda o Xunqueira de Ambía son localidades en las que se han detectado, por otro lado, escombreras procedentes de la edificación que también han sido denunciadas.

Los productores de residuos de construcción y demolición, RCD, están obligados por ley a incluir en sus proyectos de obra un estudio sobre la gestión de restos. Asimismo, la legislación autonómica contempla la obligación de las empresas de depositar una fianza en el Ayuntamiento en el que se ejecuta la obra, con la que se garantiza la correcta gestión de los escombros por parte de un gestor autorizado. Sin embargo, desde Arcodega advierten de que la provincia de Ourense «está a la cabeza de España en incumplimiento de las solicitudes de fianza» y aseguran que «los ayuntamientos se comportan de forma irresponsable y hay algunos que están cometiendo prevaricación omisiva». En cuanto a la Xunta, añaden que desde esta administración de actúa «con lentitud» ante estos fenómenos.

Tres plantas en Ourense

Lo correcto para este tipo de situaciones sería que todos los residuos fuesen entregados por las empresas que los generan a un gestor autorizado, que es quien debe tratarlos. En Ourense existen tres plantas en las que se tratan los restos de construcción y demolición, así como los de fresados, a los que deberían llegar estos restos. Es, de hecho, la provincia que más instalaciones de este tipo tiene de toda la comunidad, pero los escombros siguen formando parte del paisaje.