El último congreso local se celebró en el año 2007 y de momento no hay fecha para el cónclave
24 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Los en torno a cinco mil afiliados que el PP tiene en la capital ourensana han perdido la costumbre de votar para elegir a su líder local. El partido acaba de cumplir ocho años sin celebrar un congreso para designar a su presidente en la ciudad. Fue en diciembre del año 2007 cuando tuvo lugar el último cónclave, en el restaurante A Carballeira de Santa Cruz, aunque hay que tener en cuenta que tampoco entonces la militancia popular tuvo la oportunidad de elegir, puesto que la única candidatura fue la de Enrique Poly Nóvoa, que ganó, como es obvio.
Quien ocupa ese puesto actualmente es Rosendo Fernández, que fue nombrado en el año 2010 por designación directa del presidente provincial en plena crisis interna de la organización. El polémico relevo en el liderazgo provincial que propició el adiós de José Luis Baltar obligó a los dirigentes del partido a posicionarse entre su hijo y el aspirante avalado desde Santiago, Juan Manuel Jiménez Morán. Poly apostó por este último y perdió, de modo que fue invitado a dejar la presidencia local del partido. Fue en este momento cuando José Manuel Baltar nombró a Fernández y esa situación de interinidad no se ha resuelto desde entonces pese a que este es ahora concejal en A Merca.
Según los estatutos, teniendo en cuenta que el último congreso local se había celebrado en el año 2007, la siguiente cita con las urnas para elegir al líder del PP en Ourense debía haber sido en el año 2010. Sin embargo, la dirección provincial del partido fue aplazando el cónclave ante la división interna que existía entonces en la organización, especialmente en la capital, donde los apoyos a Baltar estaban más igualados con los de sus críticos.
Ese enfrentamiento se fue enfriando con el tiempo hasta que en el año 2013 se alcanzó una tregua que parece definitiva. El nuevo equipo directivo integró a partir de ese momento a los críticos y fue entonces cuando el presidente hizo la promesa de convocar un congreso local en la ciudad, así como en todas las grandes villas. Cumplió en todos los casos salvo en el de la capital y aún no hay fecha para que sean los militantes los que decidan quién es su líder en Ourense. Las convocatorias electorales en Galicia, y probablemente en el Estado, así como los cónclaves previstos a nivel autonómico y provincial complican mucho el calendario.