La importancia de nacer en Ourense

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

A GUDIÑA

11 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Oído estos días en Expourense, donde se celebraba Funergal: «Esta feria hay que tomársela con humor porque si no te mueres». Brillante. Porque estar entre ataúdes hay que tomárselo con profesionalidad, como ocurre con los participantes en Funergal, y si puede ser con buena cara. Pero la ironía en torno a la vida y a la muerte va más allá en Ourense. Y es que somos la provincia española con más empresas dedicadas a los servicios funerarios (¡algo en lo que somos líderes!) y eso dice mucho de nosotros. Entre otras cosas, que nos tomamos la muerte muy serio. No está mal hacerlo, claro, pero a veces nos resultaría más útil tomarnos muy en serio la vida... porque pasa muy rápido, porque se nos puede ir en cualquier momento, porque hay que tener algo que repasar cuando el presente -sin preguntar, sin consultarnos- se convierte en pasado.

Una de las frases que el presidente de la asociación de empresas funerarias, Antonio García, dijo esta semana es todo un síntoma: «Velorios temos cada un o noso». Pero para síntoma preocupante, que el Instituto Nacional de Estadística diga que en A Gudiña no nació ningún niño en todo el año pasado cuando hay al menos siete cunas de estreno en este concello ourensano. En el 2016 también le pusieron un cero cuando había nueve familias acunando a sus bebés, incluida la del alcalde. ¡Venga ironía! A pesar de que el Concello registra los nacimientos, algo está pasando porque, estadísticamente, esos niños no existen aunque haya alguien dándole biberones y cambiándole los pañales.

Imaginen, por un momento, que el hecho de que Ourense sea una de las provincias españolas con menos nacimientos fuera mentira. Que tras las agoreras cifras de INE, IGE y demás familia hubiera centenares de niños naciendo al margen de la estadística. Y que un día, solucionados los errores, fuésemos una provincia insultantemente joven. Y que además de velorio para cada pueblo hubiera guarderías, pediatras, columpios y parques de bolas. Sería bonito que en lugar de que el INE contradijera a Ourense, Ourense contradijera al INE. Porque lo importante es nacer.