Tío y sobrina intercambiaron insinuaciones de corte sexual hasta verse al mes en un hostal

La Voz OURENSE / LA VOZ

A GUDIÑA

MIGUEL VILLAR

La fiscalía pide para el acusado penas que suman 18 años de cárcel por corrupción, abuso y narcotráfico

28 jun 2018 . Actualizado a las 10:17 h.

Ninguno de los dos reside en Ourense, aunque tienen raíces. Llevaban un mes intercambiando a través del teléfono mensajes, fotos y vídeos con insinuaciones de corte sexual. Son tío y sobrina. Ella tenía casi 17 años cuando quedaron para verse en un hostal entre Verín y A Gudiña. Que mantuvieran o no algún tipo de relación, que fuera consentida, o que se limitara a un masaje, deberá determinarlo el tribunal.

El fiscal acusa a José M. R. D. de corrupción de menores, abuso y tráfico de drogas, pues, como consecuencia de aquella supuesta relación con la chica, en un registro domiciliario en Miranda de Ebro halló la policía más de kilo y medio de cocaína. El defensor mantuvo ayer, en la segunda sesión de un juicio celebrado a puerta cerrada, la propuesta de libre absolución para el acusado.

Más allá de la valoración moral sobre los hechos y la vinculación familiar de los protagonistas, el defensor destacó ayer la ausencia de informes médicos y psicológicos. Después de un mes de intercambio de mensajes, el letrado cree que no se puede sostener que la chica no fuera consciente del terreno en el que se movía, siendo además una persona con varios novios conocidos desde los 14 años. El abogado sostiene que la relación fue consentida desde el primer momento, sin que mediara engaño. Subraya que la edad, por sí misma, no es suficiente para condenar.

Consumidora de drogas

Mantiene, por otra parte, que el conflicto se suscitó a raíz de que la madre de la menor descubriera que era consumidora de drogas. Luego llegó la acusación. Dice que para protegerse.

La fiscalía mantiene que la menor acudió al hostal, a la cita con el acusado, con la idea de obtener droga. Era lo que, supuestamente, le habían prometido. Salió de la cita del 2 de febrero del 2016 con dos gramos de cocaína, una cantidad indeterminada de marihuana y cuatro paquetes de tabaco. Hasta el 20 de octubre, más de ocho meses después, no se registró la vivienda del acusado. Apareció cocaína por valor de 64.800 euros.

Pese al hallazgo y a ser una cantidad relevante, el defensor mantuvo la petición de libre absolución. No traficaba con ella, sostiene. La tenía en su poder porque tenía intención de obtener algún beneficio con ella, toda vez que pasaba una mala época, con deudas, al haber tenido que abandonar un club en el que llevaba años trabajando. Sin condenas, ni encontronazos con la justicia, según subraya su letrado.

La fiscalía propone tres años de prisión por el delito de corrupción de menores, siete años por abuso sexual y ocho más por tráfico de drogas. Añade ocho años de alejamiento de la menor y una multa de 194.000 euros, es decir, el triple del valor de la droga que le fue incautada.