El Concello de A Arnoia ejerció de comercializador y distribuidor de energía eléctrica sin autorización

Cándida Andaluz Corujo
c. andaluz OURENSE / LA VOZ

A ARNOIA

Santi M. Amil

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia inspeccionó el pasado mes de abril las cuentas del servicio

24 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde los años cuarenta del pasado siglo, el Concello de A Arnoia venía ejerciendo las labores de comercialización y distribución de la energía eléctrica entre sus vecinos, facturando los consumos a los abonados, con oficina propia en la casa consistorial. En el 2010 todo cambió con la publicación del Real Decreto por el que se regularon las actividades de transporte, distribución, comercialización, suministro y procedimientos de autorización de instalaciones eléctricas. En ese momento, el Concello era responsable de la operatividad, mantenimiento y conservación de las instalaciones y facturaba los consumos a los vecinos. Luego, liquidaba esa demanda en el denominado punto frontera (lugar de la red donde se conectan los equipos de medida) que está situado en Reza y que enlaza con la red de UFD Distribución de Electricidad que pertenece a Naturgy. Con la liberación del sector eléctrico en el 2013 vinieron nuevos cambios, entre ellos que era necesario dividir las actividades entre transporte y distribución, y producción y comercialización. Esto obligaba, además, a establecerse como empresa pública. Según explica el actual alcalde de A Arnoia, Rodrigo Aparicio Santamaría, se decidió no dar este paso, proponiendo vender los activos a una empresa privada, haciéndolo de forma provisional a finales del 2018. Hoy en día la comercialización está contratada a Eléctrica Alto Miño y su distribución a Eléctrica de Arnoia.

El regidor afirma que si bien es cierto que durante varios años el Concello estuvo en una situación irregular, esto fue debido a lo farragoso de todo el proceso administrativo y a la decisión de los diferentes grupos de gobierno de no dejar sin electricidad a los vecinos, mientras se solucionaba el problema. Pero detrás de esta situación hay otra irregularidad, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Se trata del hecho de que UFD Distribución de Electricidad no facturó del 2010 al 2020 por cada uno de los abonados a la energía en este municipio, sino que lo hizo al Concello como un único gran consumidor, ya que había solo un CUPS, código alfanumérico que identifica cada casa o negocio enganchado a la red, dejando una diferencia de facturación de 1,4 millones de euros, si se tiene en cuenta todos los suministros existentes en A Arnoia. En el informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia se señala que el Concello ejerció la función de distribuidor y comercializador durante estos diez años sin tener autorización para ello, aunque también apunta que no obtuvo beneficio alguno, si bien se afirma que debido a esto el sistema eléctrico dejó de recibir las tarifas de acceso a los suministros alimentados de la red propia del Concello.