La escuadra ourensana siempre llevó la iniciativa en el marcador
04 oct 2025 . Actualizado a las 21:41 h.Vamos, lobos. El mantra ha calado y el Club Ourense Baloncesto ya sumó su primer triunfo en casa, en el Pazo, en su fortín. Es cierto que Palmer no es Alicante y también que la nueva formación azul aún está en fase de construcción. Con todo, superó de modo rotundo al recién ascendido y apenas pasó por apuros para imponerse y darle a su público (buena entrada en el estreno en casa), un regalo que intentarán repetir con la máxima asiduidad: 82-69.
Moncho López apostó de salida por un quinteto con cuatro buenos manejadores y el faro de Romaro Gill, que no remachó un par de buenas acciones que hubieran construido las primeras rentas locales. Aún así, un triple del visitante Carralero era poco bagaje para plantar cara a un anfitrión que con los puntos de Kalshuer y Jurgens se iban al 9-5. Bastó que los jóvenes —Isaac Vázquez y Huguet— dieran un relevo de calidad a los cobistas, para que se cimentara una ventaja apreciable en un marcador tan corto. Las pérdidas y errores en canastas fáciles de los baleares engrosaron el 17-9 que coronó el primer cuarto.
En los diez minutos siguientes, Okanu inyectó adrenalina a un quinteto cobista que dominaba con autoridad bajo tableros, pese a que su pívot jamaicano seguía en modo avión. Massoud jugó sus mejores minutos para llevar al plantel de Palma a un 19-15. Con Isaac y Huguet enchufados, llegó también la mano levantada de Diogo Seixas con cuatro puntos para soplar aire fresco en el parcial de 15-0 que sirvió para doblar al Palmer (34-17). Al descanso se llegó con un 40-25 que maquillaba un tanto el control de los ourensanos.
El 0-5 acumulado a la vuelta de vestuarios provocó alguna duda en la escuadra de casa. Kalschuer las despejó con un triple y hasta Gill se apuntaba a la fiesta con un mate de los imponer respeto en su territorio. Carralero y Massoud seguían siendo las escasas amenazas visitantes en ataque y si este último estrechó de nuevo la diferencia. En la recta final de ese episodio apareció Kentwan Smith y los dos triples que rubricó desde su esquina le propinaron otro golpe al ánimo del elenco de Marco Justo, que se iba a la previa del último capítulo con un 63-50.
El COB tenía un camino cuesta abajo ante sí y, si bien no terminaba de marcar un ritmo fluido en sus anotaciones, sí se le veía superior y con mando en plaza. Además, Kalscheur y, poco después, Smith enchufaban nuevamente de tres para el tranquilizador 74-52. En el banquillo visitante tocaban a rebato y le daban una vuelta de tuerca más a su defensa. La victoria se teñía de azul al entrar en los últimos cinco minutos por encima de la veintena de puntos de colchón.
La contienda ya no tuvo mayor historia. Los baleares no arrojaron la toalla y siguieron apretando, por el prurito de rebajar la desventaja. Los ourensanos, por su parte, administraban la renta y jugaban con el cronómetro, pero se redujo su porcentaje de tiro y su holgada renta.
COB (82): Lisboa (6), Jurgens (11), Kalscheur (15), Smith (12), Gill (2) —quinteto inicial— Okanu (14), Vázquez (2), Fernández (2), Huguet (3), Seixas (6), McDonnell (8), Iglesias (1).
PALMER (69): Hollowell (4), Frierson (3), Carralero (17), Comendador (5), Dike (4) —quinteto inicial—, Scariolo (8), Chapela (4), Urdiain (2), Feliu (6), N’Guessan (3), Massoud (13).
PARCIALES POR CUARTOS: 17-9, 23-16 (40-25), 23-25 y 19-19.
ÁRBITROS: Palanca Page, Martín Vázquez y Chacón Blázquez .
INCIDENCIAS: Pazo Paco Paz. Notable ambiente en el estreno cobista en casa, dentro de la campaña 25/26 de la Primera FEB, llevando a las instalaciones a mucho público infantil.