«Las personas con sensibilidad química múltiple somos como los canarios de la mina, avisamos de que vivimos rodeados de tóxicos»

OURENSE

La médica Argentina Rey desarrolló SQM a raíz de un accidente laboral e intenta concienciar sobre una enfermedad desconocida
13 may 2025 . Actualizado a las 17:30 h.El 12 de mayo es el Día de la Fibromialgia, la Fatiga Crónica, la Electrohipersensibilidad y la Sensibilidad Química Múltiple, cuatro dolencias todavía muy desconocidas que a veces pueden darse en un mismo paciente. «Un diagnóstico que tiene mal pronóstico», remarca la médica jubilada Argentina Rey, que hace 17 años se puso como objetivo concienciar sobre la SQM. Fue en aquel momento cuando sufrió el accidente laboral que cambió su vida. El derrame de gasoil en el centro en el que trabajaba fue el desencadenante de la enfermedad que la obligó a dejar de ver pacientes y, tras dedicarse a tareas más burocráticas, la llevó a la jubilación. En el 2019 remató su carrera laboral. «Nos vamos sensibilizando a más productos, con más síntomas y más intensos», relata sobre una dolencia que afecta a manera especial a los profesionales de peluquería, limpieza y sector sanitario.
«Es una enfermedad en la que hay que pensar», remarca de cara a los médicos, porque muchas veces los síntomas son diversos y eso retrasa el diagnóstico. «Hay pacientes que tardaron cinco o diez años en saber lo que les pasa; en algún caso hasta 20», relata. Una situación que redunda en la salud de los afectados, ya que al ser una enfermedad sin cura ni tratamiento lo único que pueden hacer para mejorar sus síntomas es evitar el contacto con productos químicos. A ella el diagnóstico le llegó en apenas cuatro meses, así que enseguida dejó de estar en contacto con los tóxicos que tan mal le hacen. Eso sí, evitarlos tiene consecuencias que ella no busca: el aislamiento. «Es totalmente impuesto. Estamos en casa porque no podemos salir», denuncia.
Al contrario de lo que ocurre en otros países, en España no hay zonas blancas, que es como se denomina a aquellas libres de fragancias. «Nos hacen falta en los espacios públicos», señala. Y añade: «Yo no puedo ir en transporte público y el ocio es imposible para mí porque cada uno lleva su fragancia...». Lamenta que se hayan perdido las técnicas tradicionales de crear fragancias con elementos naturales y en su lugar se utilicen sustancias químicas. «Antes de que surgiera la industria química, en la segunda guerra mundial, la SQM no existía», remarca.
No todo es malo. Rey pone en valor que el CHUO cuente con un protocolo propio de atención a estos pacientes. «Nadie va al médico a empeorar, pero a nosotros nos pasa si no se toman las medidas necesarias cuando vamos a un centro sanitario», relata. Rey lamenta que la sociedad no sea consciente de la contaminación ambiental, que relaciona con el auge del cáncer, las alergias o las enfermedades autoinmunes «que han aumentado en las últimas décadas». Y añade: «Somos los centinelas de la vida, somos como los canarios de la mina, avisamos a la población de que vivimos rodeados de tóxicos. Los canarios no están enfermos, solo son más sensibles al grisú; y nosotros lo somos a los químicos». Insta a la población a comprobar lo que compra, a revisar las etiquetas: «Tenemos que hacer un control ambiental de nuestro entorno».
Rey es la delegada para Galicia de la asociación Fibro Protesta Ya, que ayer organizó junto a Mulleres +60, que preside Antonia Rilo, una charla para concienciar sobre la enfermedad.