Un COB líder en ataque también respondió con el mono de faena

OURENSE

Acrobática acción de Romaro Gill en la pista de Pumarín
Acrobática acción de Romaro Gill en la pista de Pumarín LOF

El quinteto de Moncho López rompió la racha perdedora en Pumarín

08 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El liderato del Club Ourense Baloncesto no fue flor de un día y ratificó en Oviedo las buenas sensaciones del primer día ante el debutante Cartagena.

Y eso que la cancha de Pumarín no era precisamente propicia para los cobistas, que no ganaban en fase regular —sí lo hizo en playoff— desde octubre del 2019. Siempre se habían mostrado incómodos en la peculiar cancha ovetense, donde eran incapaces de superar el 50 % de acierto en el tiro de campo. Así tropezaron en el curso 20/21 por un 83-75. Con mayor contundencia aún al año siguiente (75-58) y en la temporada pasada con un 87-78.

Tampoco esta vez fueron muy efectivos los ourensanos en sus lanzamientos y ni siquiera pudieron imitar la producción coral de su equipo en la jornada inaugural, cuando hasta seis jugadores anotaron en dobles dígitos para llegar a los 101 puntos. El mismo Moncho López resaltó: « Fue un buen partido defensivo de Oviedo, nos costó mucho adaptarnos a las diferentes estrategias que plantearon». El porriñés Javi Rodríguez también aceptó como válida esa valoración, indicando: «Los dos equipos sabíamos dónde hacer daño al contario».

Al COB le tocó apretar los dientes y reconducir su propuesta en ataque, sobre todo a la vista de los problemas con las faltas de Aanen Moody, que venía de desequilibrar a los murcianos y vio sus minutos —y su actuación en general— muy mediatizada. Así fueron Diogo Brito y Ben Krikke los que asumieron el rol más preponderante en ataque, sin que el equipo bajara en defensa, ante un rival con notables tiradores, a los que dejaron en números muy discretos.

López Suárez resaltó ese trabajo del equipo y si en el bando local aludían a una jornada poco atinada en el tiro, el de Narón recalcaba que «había orden de ser muy agresivos ante jugadores como West —terminó con un punto— y Lobaco (6), porque a la que les das un centímetro lo aprovechan».

La ilusión es evidente además en este arranque del plantel del Pazo, que más allá de dejar atrás sus propios fantasmas, sí ha dado un salto importante en el apartado de la competitividad. Su liderato, en todo caso, no oculta el 2-0 de salida de gallitos del grupo como Estudiantes, Betis, San Pablo Burgos o Palencia.

En el horizonte cercano, está la visita del Lobos Cantabria, que ha ido evolucionando de la mano de David Mangas en los últimos años, desde aquella coincidencia en la LEB Plata, cuando los cobistas penaron sus deslices en la campaña del covid.

Los de Torrelavega tropezaron en casa (86-87) frente a otro de los que arrancó con buen pie, el Menorca. A las islas viajará después el elenco del Pazo, pero esa ya es otra historia. Bastante hay con preparar con mimo la semana de un equipo todavía en construcción, que ha sabido ilusionar a su familia. Línea emergente.