Un Ourense CF valiente obtiene el premio de un empate en su debut: 1-1

Maite Rodríguez Vázquez
Maite rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Del Olmo (Ourense CF) conduce el balón en el Nou Estadi ante la mirada de jugadores del Nàstic.
Del Olmo (Ourense CF) conduce el balón en el Nou Estadi ante la mirada de jugadores del Nàstic. OUCF

El planteamiento táctico y la ejecución de los azules sorprendieron al local Nàstic en su campo vacío

25 ago 2024 . Actualizado a las 00:24 h.

Esto es la Primera Federación, pero ¿quién dijo miedo? El Ourense CF demostró que ha llegado preparado a la categoría de bronce. Salió con un valiente planteamiento al vacío Nou Estadi y sorprendió a un Gimnàstic de Tarragona que notó la falta del calor de su afición. Había silencio en la grada, pero el equipo ourensano habló alto y claro con su juego y sacó el premio de un empate (1-1) en su debut en la Primera Federación.

Los azulones no racanearon fútbol en su estreno y salieron a ganar, sin nada que perder, en el coliseo tarraconense. Con solo cuatro recambios más el portero en el banquillo, el Ourense quizás pensó que había que poner toda la carne en el asador desde el primer minuto, pues con el avance del partido el cansancio, el calor y la humedad harían mella. El equipo fue capaz de resistir físicamente hasta el final y sin ahorrarse ni un ápice des esfuerzo.

Con tres centrales y dos carrileros —Andrada y Hugo Sanz— Rubén Domínguez invitó a los suyos a ser protagonistas. Andrada probó con un centro, que sacó Gorostidi a córner. La presión del Ourense sorprendió a un Nàstic que tardó en entrar en el encuentro, con un ritmo aún propio de la pretemporada. Los gallegos se defendían bien, en un 4-3-2, con los arietes Ángel Sánchez y Di Renzo como primera línea de retaguardia y con rapidísimos repliegues. El Nàstic empezaba a apuntar algún contragolpe, pero el Ourense respondía bien, salvo alguna duda puntual.

Con los visitantes teniendo el balón, llegó el mazazo en una genialidad de Jaume Jardí desde el centro del campo. El ataque del Nástic parecía interrumpirse en un rifirrafe entre dos opuestos en el suelo, cuando el balón le cayó en la divisoria y el nastiquero levantó la cabeza y vio a Marqueta adelantado. Había unos 50 metros hasta la portería, pero su zapatazo con la zurda se coló en la meta mientras el portero del Ourense corría hacia atrás asumiendo el desastre.

No se vino abajo el Ourense. Se tomó con calma el gol en contra. Era algo que perfectamente podía ocurrir en el debut ante uno de los equipos más fuertes de la categoría y en su campo, carente de público ayer. Los locales fueron creciendo. Óscar Sanz lanzó un saque de banda que parecía un córner, Marqueta estuvo bien colocado ante un Pablo Fernández que se plantó con un buen recorte, y no tan buen remate, y Jardí tuvo otra gran ocasión. Su disparo desde la derecha se fue ajustado al segundo palo. Se llegó así al descanso, con el Ourense tocado, pero muy vivo.

Salió enchufado el equipo local del descanso, pero el Ourense siguió su preciso guion. Hubo una mano de Prada en el área que nos se señaló y los locales fueron dejándose contagiar del ritmo que le interesaba al equipo de Rubén Domínguez. Era una pausa engañosa, porque desde la banda apareció rapidísimo Hugo Sanz para servir un pase horizontal que, tras un desajuste de los centrales del Nàstic, permitió una segunda jugada en el área que aprovechó Carbonell para ponerla en la escuadra. El gol del empate hacía justicia y desorientaba más al equipo catalán.

Intentó reaccionar con un disparo de larga distancia de Oriol, pero el Ourense aguantaba y se replegaba bien. Comenzaron los cambios y también en eso estuvo más acertado el entrenador ourensano que el tarraconense. El Nàstic se desenchufó un poco más del partido con los jugadores del banquillo, mientras que el Ourense seguía muy entero. La única jugada combinativa que finalizó Montalvo para el Nàstic fue en el minuto 80. Una prueba más de que el equipo local había caído en la tela de araña. En los últimos minutos pudo pasar de todo, pero el Ourense daba sensación de tener la situación más controlada. Gran debut.

El Arenteiro

Hoy (20.00 horas, FEFTV) es el turno del nuevo CD Arenteiro que ha tenido una pretemporada más dubitativa. Visita al Tarazona, un modesto fuerte en su campo.

GIMNÀSTIC DE TARRAGONA (1): Varo; Joan Oriol, Pol, Dufur, Óscar Sanz; Gorostidi, Víctor Narro (Marc Fdez, min 66, Nil, 80), Leal (Montalvo, min 66), Jardí, Pablo Fdez, Antoñín (Mario Rguez, min 75).

OURENSE CF (1): Marqueta; Andrade, Moi, Prado, Hugo Sanz, Fidalgo, Jerín (Álex Gil, min 83), Del Olmo (Fullana, min 62), Prada, Ángel Sánchez (Carbonell, min 53) y Di Renzo.

GOLES: 1-0, min 32: Jaume Jardí, desde la divisoria del centro del campo sorprende adelantado a Marqueta. 1-1, min 56: Carbonell, de tiro a la escuadra desde la derecha.

ÁRBITRO: Tárraga Lájara (Albacete). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Leal y Pol Domingo y a los visitantes Jerín, Del Olmo y Fidalgo.

INCIDENCIAS: Nou Estadi Costa Daurada. Primera jornada de Primera RFEF. Partido disputado a puerta cerrada por sanción federativa.