El BNG de Ourense, dispuesto a facilitar la moción de censura contra Jácome siempre que el nuevo alcalde sea del PSOE
OURENSE
Socialistas y populares dicen no tener líneas rojas y los tres partidos seguirán negociando la próxima semana
13 jun 2024 . Actualizado a las 16:47 h.Los tres grupos políticos de la oposición en el Concello de Ourense coinciden en su deseo de que Gonzalo Pérez Jácome no siga como alcalde. El problema es ponerse de acuerdo en cómo sería el gobierno alternativo y quién lo lideraría. PP, PSOE y BNG comenzaron a hablar de ello en una reunión celebrada este jueves. Populares y socialistas llevaban semanas mostrando su disposición a negociar una moción de censura y faltaba por conocer la opinión del Bloque. PP y PSOE suman trece concejales (tienen siete y seis, respectivamente) y son necesarios catorce para forzar el relevo de Jácome. Los nacionalistas estarían dispuestos a poner la firma que falta siempre que el nuevo alcalde sea del grupo socialista y las negociaciones seguirán la próxima semana.
La posición del BNG era una incógnita porque en los días previos la formación nacionalista no quiso aclarar siquiera si asistiría o no a la reunión. Diez minutos antes de la cita, fijada a las 11.00 horas, ya estaban en el Liceo los representantes de PP y PSOE, que no sabían si finalmente el Bloque se presentaría. Justo a la hora prevista, aparecieron dos miembros del Bloque, entre los que no estaba su portavoz, Luis Seara. Sus negociadores fueron Sarín Núñez, edil en Barbadás y responsable comarcal de los nacionalistas, y Xosé Manuel Puga, concejal en la capital y diputado provincial.
Este último fue el encargado de explicar la posición del BNG tras la reunión, que duró casi dos horas. Puga fue, de hecho, el primero en hablar ante los medios de comunicación que esperaban en el Liceo. «É bo que as tres organizacións políticas que estamos na oposición no Concello de Ourense nos sentáramos hoxe a falar», explicó el concejal, que añadió: «Nós queremos quitar a Gonzalo Pérez Jácome de alcalde e iso só hai un xeito de facelo, que é a través dunha moción de censura.» Según dijo, el Bloque estaría dispuesto a apoyarla con el concejal que les falta a PP y PSOE: «O BNG estamparía a firma número catorce que facilitaría o cambio na Alcaldía e en dez días, doce ou trece o alcalde podería ser cesado».
Todo ello sería con una condición, que el nuevo regidor ourensano sea socialista. «Do que dependa do BNG, nin Jácome, nin o PP. Nós corresponsabilizamos ao PP da situación que vive Ourense. Quen foi parte do problema non pode ser parte da solución. Nós ao PP non o avalaríamos nunca para a Alcaldía», dijo Xosé Manuel Puga, que señaló que la conformación de ese gobierno quedaría para una fase posterior, por lo que no aclaró si el Bloque exigiría entrar en el nuevo ejecutivo o si preferiría seguir en la oposición.
Por parte del PP asistieron a la reunión la coordinadora del grupo, Noelia Pérez, y su portavoz, Sonia Ogando. Ambas explicaron que estuvieron a punto de levantarse y marcharse cuando el BNG expuso su veto a un eventual alcalde del PP. Finalmente, según dijo Pérez, decidieron quedarse. «Eu creo que a cidade se merece que nos quedáramos sentadas e que o PSOE se merecía nesta ocasión que nos quedáramos», dijo Pérez, que calificó el «Pacto da concordia» propuesto por los socialistas con catorce prioridades de gestión como «un buen punto de partida».
Y es que por ahí, por los compromisos de ese teórico nuevo gobierno, es por donde debería empezar la negociación, a juicio del PP. Por eso la posición del BNG molestó a los populares. «Ahora no es el momento de hablar de sillas, lo importante es la ciudad», dijo Ogando, que invitó a los nacionalistas a «no empezar la casa por el tejado». Pérez también insistió en que «no es un quítate tú para ponerme yo». La coordinadora popular ironizó: «Si nos descuidamos el PP tiene la culpa de que llueva este fin de semana».
En cualquier caso, al preguntarle si su partido aceptaría el veto del BNG, Noelia Pérez dijo que «el PP contemplaría cualquier salida». Sonia Ogando mostró la disposición de los populares a seguir negociando y confirmó que asistirán a la reunión que se convocará la próxima semana. «Nosotros lo que decimos siempre es que no queremos líneas rojas, queremos que esta alternativa de gobierno a tres salga adelante», dijo la portavoz popular, que celebró que vaya a haber más encuentros de las tres formaciones políticas: «Eso es muy bueno porque iríamos avanzando y por lo menos no queda cerrada la puerta. Por el bien de los ourensanos nos sentaremos las veces que sea y sin líneas rojas».
Este primer encuentro lo propuso el PSOE y fue su portavoz, Natalia González, la que más satisfecha se mostró con el resultado. La líder socialista -que acudió a la cita acompañada por dos concejalas, María Fernández y Alba Iglesias- agradeció a PP y BNG su asistencia a pesar de las «diferenzas» que existen entre las tres fuerzas, que son «antagónicas» desde el punto de vista ideológico, admitió. «Eu penso que demos un paso adiante para que esa alternativa estable de goberno para esta cidade poida materializarse en próximas datas», dijo González, que puso el acento «non só en quen chegue ao goberno ou de que maneira, senón no que se vai facer o día despois».
«Para nós non existen liñas vermellas. Cremos que temos que superar todas esas filias e fobias. Temos unha oportunidade histórica de darlle exempo á cidadanía de que a política serve para algo e non só para facer oposición e criticar o que non se fai. Temos que tomar partido», proclamó la portavoz del PSOE, que no quiso avanzar cómo querría configurar ese nuevo gobierno. Agradeció el apoyo del BNG para que el alcalde o alcaldesa sea socialista, pero dijo que hay que ir «partido a partido». Según explicó, que los nacionalistas les apoyen «é algo de sentido común» porque ya gobernaron juntos del 2007 al 2012, pero añadió: «Tamén temos que chegar a un acordo co PP. Temos que ter un acordo os tres, é irremediable. Se hai vontade pódese conseguir».