Luis Manuel Sánchez: «El ejercicio físico es fundamental para superar los efectos de un ictus»

OURENSE

El ingeniero, con movilidad limitada en su perfil zurdo, participa en carreras populares
01 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Luis Manuel Sánchez Labrador (Ávila, 1954) encajó bien en Galicia y terminó asentándose en Ourense. Adora sus paisajes y los paseos por el casco viejo: «As Burgas, el Puente Romano, callejear por una ciudad en la que trabajé muchos años como ingeniero en la delegación de Industria. Ahora, desde hace un tiempo, la plaza de Eduardo Barreiros marca mi entorno más habitual, porque vivo por allí».
Pero algo más marcó su estancia en la ciudad y su ritmo vital: «Padecí un ictus en el 2013. Estuve mes y medio en coma en la uci. Tus planes saltan por los aires y, aún trabajando mucho y poniendo de tu parte, sigo con limitaciones en el brazo y pierna izquierda. Y eso que aquí me atendieron muy bien. Después también aceptaron mi solicitud para ingresar en el Instituto Guttmann, en Badalona, un centro especializado en la neurorehabilitación». Allí pasó dos meses.
En todo caso, era solo el principio y Luis entendió enseguida cómo superar una dolencia como la que le había afectado. En su juventud, el atletismo había sido entretenimiento deportivo más oportuno. Comenzó a practicarlo en la ciudad amurallada y, durante sus estudios, se vistió la camiseta de la UD Salamanca, como la del Deportivo, cuando comenzó a trabajar en A Coruña. «Por entonces, yo destacaba en las pruebas de velocidad, que fue en las que tomé parte como federado. Incluso en Galicia también competí algún tiempo, pero la faceta profesional se fue imponiendo a la deportiva y terminé dejándolo», rememora Sánchez Labrador, que volvió a aparecer en convocatorias atléticas después de varios meses de sus primeros ejercicios de recuperación: «Antes del ictus participé en distintas ediciones de la San Martiño, pero en Badalona hacía cinco horas y media de gimnasio, así que debía mantener ese tipo de actividades en mis rutinas diarias».
Pronto su figura se hizo habitual en las carreras del circuito Correndo por Ourense, en los distintos barrios de la ciudad. Le costaba más que al resto completarlas, pero ese no fue un obstáculo: «Como digo yo, desde el ictus troto cojeando, porque tengo problemas de movilidad en el brazo y la pierna del lado izquierdo. El ejercicio físico es fundamental para superar los efectos de una dolencia como la que me afectó a mí. Siempre intento mantenerme muy activo. Sigo con las sesiones de fisioterapia y también practico el pádel. El caso es que no puedo permitirme el lujo de quedarme parado en casa. En las carreras, llego mucho más tarde que la mayoría, pero llego».
Y esa motivación que se basa en su propia salud también se convierte en una experiencia que Luis Manuel intenta trasladar al resto de personas que se han visto en un trance similar al suyo. Son vivencias que lo enlazan con un sector de la población al que le vienen bien sus consejos o simplemente los detalles de sus vivencias y de la forma en que superó el giro experimentado en aquel 2013: «Cuando identifico a alguna persona con síntomas similares a los míos o de los típicos derivados de un ictus, siempre siento cierta empatía. Al menos yo la veo lógica, así que me gusta intercambiar situaciones o interesarme por cómo lo están llevando para salir adelante. Aunque sea en la calle, no me cuesta hacer contacto».
Y es que para este ourensano adoptivo, además de la gastronomía gallega o un clima al que ya se ha habituado, arrimar el hombro también le parece una obligación, máxime si de lo que se trata es de salir adelante de momentos delicados.
«Los diez kilómetros de Milán están en una agenda repleta de planes de futuro»
Lo de practicar deporte no es el único aliciente de un Sánchez Labrador que igual viaja a Madrid a saludar a sus buenos amigos que enfoca la brújula en dirección a Milán, donde viven su hija y nieto. Precisamente la ciudad italiana plantea uno de los próximos desafíos en el campo atlético, que alternará con otros proyectos: «Con motivo de la Maratón de Milán y aprovechando una ocasión para visitar a mi familia participaré en la carrera de diez kilómetros que se incluye en el programa. Será una buena forma de ponerme a prueba. Es un país que me gusta, como Egipto, en donde ya estuve en un par de ocasiones y comencé a cultivar otra de mis aficiones».
Y es que Luis inició un curso en línea de traducción de jeroglíficos: «Además de toda la cultura de aquel país me atraen otras, así que también me matriculé en la Escuela de Idiomas para estudiar alemán. Por otro lado estoy preparando los exámenes para sacarme el título correspondiente al C1. El caso es no estar quieto, también a nivel intelectual».
DNI. Luis Manuel Sánchez Labrador nació en Ávila, en 1954. Llegó a la ciudad de A Coruña en 1982 y trece años después fue destinado a Ourense, donde fue ingeniero de la Delegación de Industria hasta su jubilación.
Trayectoria. Un ictus en el 2013 alteró el ritmo de vida de Luis. «Un neurólogo me dijo que si del ictus no falleces, mejoras, pero eso es solo con mucho esfuerzo», recuerda el ingeniero.