Doce días de fiesta, elección de reina, Festival de la Canción del Miño y mucho deporte en 1973
OURENSE
Hace cincuenta años el escritor José María Castroviejo era el pregonero del Corpus
26 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La ciudad estaba metida de lleno en las Fiestas de Ourense 1973. Tal día como hoy era lunes y se contaba con la presencia de las bandas de música de Celanova y Ourense, había sesión de Santi el Mago, campeonato de España de billar a cuadro en el Liceo, «gran asalto baile popular» en la plaza de Paz Nóvoa con la orquesta local Los Pontinos y la actuación de Conchita Miranda y Los Tamara, sesión de jazz en el Teatro Losada y Muestra de Cine de Arte y Ensayo, con el pase de La rodilla de Clara, de Eric Rohmer.
Las fiestas de hace medio siglo eran una cita ineludible para los ourensanos: doce días de actividades que incluían propuestas para todos los públicos y citas, como el Festival del Miño o el torneo de fútbol del Concello de Ourense —entre otras—, que contaban con una bien ganada reputación. Los viejos usos y costumbres estaban en plena vigencia, y los actos religiosos del Corpus o la designación de la reina de las fiestas —en aquel 1973 era Elia González Rivera— eran citas clásicas. En el pabellón de Os Remedios se llevaba a cabo la proclamación de la elegida y el pregón de 1973 corría a cargo del escritor y periodista José María Castroviejo. En el lote también se incluía el Certamen Regional de Muiñeiras, las actuaciones de Follas Novas y Ballet Foklórico Ourensano y la entrega de premios del concurso de baile. Las sesiones pirotécnicas tenían una importante presencia, con varios días de tirada de fuegos.
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Parque de san Lázaro, jardín del Posío, pabellón de Os Remedios, Liceo, plaza de Paz Nóvoa y el Museo Arqueolóxico eran espacios de referencia para las actividades de unas fiestas que se prolongaban del 20 de junio al 1 de julio. El campo de O Couto, río Miño —el descenso ya era cita destacada en el programa— y el club Santo Domingo —sede del campeonato de tenis— lo eran en el ámbito deportivo.
La gesta de Iribar
Algunas de las citas que son en la actualidad referencias obligadas en el calendario anual ya estaban en marcha hace medio siglo. El Descenso Internacional del Miño celebraba su décimo segunda edición y el 29 de junio se podía hacer uso del «tren fluvial Ourense-Los Peares» para presenciar la prueba. El Rally Automovilístico Internacional de Ourense celebraba su sexta edición y en el programa figuraban competiciones de ciclismo y halterofilia.
Con todo, el Trofeo Excelentísimo Ayuntamiento de Ourense —nacido como Trofeo Corpus— era la gran atracción. Se había iniciado en el año 1952 y en el mismo habían participado equipos como Celta, Deportivo, Sevilla, Oviedo, Valladolid, Osasuna, Selección de Galicia, Braga, Athletic de Bilbao, Oporto y Pontevedra, entre otros. En el especial que publicaba el 20 de junio de 1973 La Voz de Galicia se glosaba de manera especial la edición de 1964. Había sido el mejor de los campeonatos hasta la fecha y el mítico Iribar, portero del Athletic de Bilbao y de la selección española —en 1964 ganó la Eurocopa con dicho equipo—, había parado cuatro penaltis. Se habían disputado el trofeo Bilbao, Oporto y Deportivo, llevándose la copa la escuadra portuguesa.
En el suplemento que publicaba ese año La Voz de Galicia se incluía una página de publicidad de Uteco-Orense en la que se promocionaban las novillas frisonas que criaba y vendía la empresa.
De Albano a Mari Trini
La joya de la corona de aquellas fiestas era el que había nacido como Festival del Miño y en su novena edición, la de 1973, añadía la condición de «Canción del mundo celta». Una página sobre la historia del mismo y otra con una entrevista a su director, Rego Nieto, promocionaban la convocatoria. Se recordaba que en el certamen se habían dado a conocer Víctor Manuel, Mago de Oz, Nuevas Amistades y otros grupos y por el mismo habían pasado Los Tamara, Danny Street y Alfredo. Ese año estaba prevista la participación, como invitados, de Vino Tinto y Mari Trini —día 26— y Dova y Albano —27— en las sesiones de fin de fiesta tras las actuaciones a competición.
El periodista Luis Álvarez Pousa firmaba una página en la que hacía un detallado repaso de la situación de la cultura en Ourense. En la misma se incluía un peque cuento de Carlos Casares titulado O lagarto roxo. El Arqueolóxico funcionaba como la sala de exposiciones de la ciudad. Durante las fiestas ofrecía una muestra de Xosé Cid y las fotografías de Manuel Martín Martínez sobre los seis años de la Ciudad de los Muchachos.
20-6-1973
La Voz de Galicia publicaba un especial con toda la programación y páginas dedicadas a las actividades deportivas, culturales y entrevistas.