La junta electoral se maneja con unos tiempos más ágiles que la justicia ordinaria. Así, mientras esperamos a que jueces y fiscales se pronuncien sobre la chicha de los audios, podemos entretenernos con las denuncias por las infracciones en materia electoral del actual alcalde, Gonzalo Pérez Jácome. Sí, el mismo que en la campaña del año 2019 acusaba al entonces regidor, el popular Jesús Vázquez, de usar la página web del Concello en su beneficio.
Como si lo que pone en la ley no fuese con él, el excelentísimo señor alcalde se plantó el pasado viernes en la calle Concordia para inaugurar las rampas mecánicas que tardó cuatro años en construir frente a su negocio. «Entramos en el siglo XXI», proclamaba mientras sus asesores/miembros de la candidatura —pagados con dinero de todos— lo grababan. La escena, digna de Amanece que no es poco, se difundió después en las redes y en el chiringuito televisivo de su líder.
El caso podría ser un simple chascarrillo de campaña si no fuese porque deja claro otra vez que Jácome tiene una forma muy particular de entender la gestión pública y de interpretar las leyes. En cualquier caso, sus infracciones en materia electoral —ya tiene abiertos dos expedientes sancionadores— se resolverán, probablemente, como suele ocurrir en estos casos, con multas económicas irrisorias. Los ocho delitos de los que le acusa la oposición por sus audios podrían acarrearle consecuencias mucho más graves, pero para ello habrá que esperar. Lo único seguro es que el 28M los ciudadanos pueden dictar su sentencia.