Raquel Carrera, de enamorarse del baloncesto en el patio del colegio a seducir a la NBA

OURENSE

La ala pívot de Ourense fue crucial en el partido en el que el Valencia Básket se impuso en la liga femenina y la eligieron como jugadora más valiosa
03 jul 2023 . Actualizado a las 12:36 h.En Galicia todavía identifican a Raquel Carrera Quintana (Ourense, 2001) con aquella niña larguirucha reclutada en el patio de Josefinas por el Pabellón, su primer equipo federado, donde perfeccionó su lanzamiento a canasta al tiempo que se enamoraba del baloncesto.
Tan solo 21 años le han bastado a esa niña ourensana para escribir páginas históricas en los anales del baloncesto intercontinental. Desde su selección en el draft de la WNBA a la apuesta que realizó por su proyección el Valencia Básquet, en el que se proclamó campeona de la Liga Femenina española con el cartel de mejor jugadora de las finales. En la Fonteta arrancó con 14 puntos y 4 rebotes, que incrementó en la histórica pista salmantina de Wurzburg, para irse a los 20 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias. 28 créditos de valoración y 14 de ventaja de su equipo con ella pista.
Pero vayamos por partes, porque si la trayectoria de Raquel es todavía corta, destaca sobre todo por la cantidad de conquistas que atesora esta veinteañera de 1,88 metros de altura. Volviendo al modesto equipo pabellonista donde forjó sus primeros pasos, pronto pudieron ver el diamante que tenían entre manos y su siguiente paso fue saltar al Celta de Vigo, donde trabajó con Carlos Colinas y Cristina Cantero, llamando pronto la atención del citado club taronja, uno de los más pujantes del país.

Poco antes de llegar a la mayoría de edad, la estructura levantina le extendió un contrato por cinco temporadas y la envió al Araski para que debutara con las vitorianas en la máxima categoría nacional. Su tarjeta en las selecciones españolas de base ya era amplia, puesto que debutó en el mundial sub-17 con solo 14 años, para añadir después dos europeos sub-16 (con una medalla de oro). Se colgó también una plata continental en la sub-18, además de jugar otros dos Campeonatos del Mundo con la sub-17. En el 2021 llegó su hora de debutar en el combinado absoluto y ya participó en la doble cita del Eurobasket y los Juegos Olímpicos de Tokio, celebrados con retraso por la pandemia.
Para entonces, su nombre también figuraba en las agendas de buena parte de los más prestigiosos ojeadores internacionales. Basta recordar su pletórico mes de abril, cuando con solo 19 años fue decisiva en la Eurocup que ganó el Valencia. A falta de un segundo y con un punto de ventaja, las jugadoras del Reyer Venecia no dudaron en hacerle falta a la jugadora más joven de su rival. Raquel, con la plena concentración dibujada en su rostro, clavó los dos tiros libres mientras más de una compañera rezaba sin pestañear.
La ourensana se convirtió días después en objeto de deseo de la NBA y el draft de su competición femenina la situó en la decimoquinta posición. Las estimaciones que la esperaban en tercera ronda saltaron por los aires y Atlanta Dream confió en ella para la primera vuelta de la elección. Al año siguiente, New York Liberty se hizo con sus derechos, a cambio de Asia Durr y recibiendo a Megan Walker, que ya no está en el plantel de la Gran Manzana, más interesado en una jugadora que a su juventud añade una gran experiencia competitiva. Además hablamos de una franquicia por la que ya han pasado otras españolas como Betty Cebrián, Marina Ferragut y Anna Cruz, sin olvidar a Rebecca Allen, con la que coincidió Raquel en L'Alquería.
La Supercopa de España y la de Europa también están en el zurrón de la prometedora Carrera, que en la final de Liga, volvió a demostrar ese gen que la distingue de otras deportistas cuando los trofeos están en juego. Señas que ya apuntó en el colegio, cuando acompañaba a su hermano en los entrenamientos: «Ella venía a esperarle y le dimos un balón para que se entretuviera. Se le veía garra ya en el patio del colegio», recuerda su técnico en Josefinas, Rafa Fernández Alonso. En una línea similar se expresa María Álvarez, que la dirigió en su grupo del Pabellón infantil: «Desde muy pequeña fue una chica muy trabajadora porque puedes tener calidad, pero hay que trabajar. Siempre estaba con la sonrisa en la boca, pero se tomaba todo muy en serio».
Más adelante, Carlos Colinas prosiguió con su formación en el Celta, donde apuntó en su día: «Raquel es una jugadora de la que podremos hablar dentro de diez años. Está llamada a marcar una época si no cambia y si se va a adaptando a las circunstancias, tendrá un impacto tremendo porque domina muchos registros del juego ya a su edad, y eso para un equipo importante es una garantía». La veía venir.