Dos maestros en Alemania: «Creces muchísimo a nivel personal y profesional»

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

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Alberto y Estefanía viven a media hora de Múnich
Alberto y Estefanía viven a media hora de Múnich Cedida

Los nuevos emigrantes son jóvenes profesionales que las empresas de colocación internacional se esfuerzan por captar

13 abr 2023 . Actualizado a las 12:46 h.

En los últimos años proliferan las agencias de colocación especializadas en captar a profesionales españoles para cubrir la demanda del mercado laboral europeo. Reino Unido, Francia, Finlandia o Alemania son algunos de los países destinatarios de una nueva generación de emigrantes, que difieren en varios aspectos de las del pasado siglo. Una de esas diferencias es que son profesionales cualificados —los perfiles son muy diversos, desde ingenieros a técnicos electricistas, pasando por enfermeros o maestros—; la otra es que todo son facilidades para atraer ese talento y convencerles. Estas empresas les prometen, además de contratos económicamente atractivos, ayuda con el idioma y para encontrar vivienda, por ejemplo. Pero, ¿es todo tan bonito como lo pintan?

Alberto Quintáns y Estefanía de León confirman que sí. Ambos son graduados en Educación Infantil. Él por la Universidad de Vigo y ella por la de Santiago. El pasado año acudieron juntos a una jornada de orientación profesional organizada en el campus de Ourense. Era la primera vez que desde el Plan de Acción Tutorial de la Facultad de Educación ourensana decidían ampliar la visión de los estudiantes sobre las salidas profesionales mostrándoles también lo que pueden encontrar fuera de las fronteras nacionales invitando a una de esas empresas para que se lo contase. Estefanía y Alberto salieron de la cita convencidos y se animaron a dar el paso. Actualmente viven en Ingolstadt, una ciudad de casi 137.000 habitantes a media hora de Múnich, y trabajan con un contrato indefinido para un grupo privado con más de una docena de escuelas. «El contrato es de tutor, aunque en estos momentos trabajamos como si fuéramos ayudantes durante los primeros seis meses. Eso es así porque, aunque ahora tenemos nivel de alemán para trabajar con los niños y desenvolvernos en nuestro día a día, carecemos del dominio necesario para poder, por ejemplo, analizar con los padres la evolución de sus hijos», relata Alberto.

Explican, no obstante, que no sienten rechazo por ser migrantes. «Se tiene muy en cuenta que venimos a trabajar y son conscientes de la dificultad del idioma, así que nos ayudan, nos apoyan y nos facilitan las cosas todo lo que pueden», aseguran. Estuvieron seis meses en Alicante con Global Working, la agencia que conocieron en aquella jornada en el campus ourensano, en un proceso de aprendizaje e inmersión lingüística. «Eran seis horas de clase de alemán al día. Pero no solo nos prepararon para aprender el idioma desde cero y superar el examen, sino también cómo era la vida aquí», señala Estefanía. Ellos se encargaron también de concertar entrevistas con las empresas interesadas para que pudieran llegar ya con un contrato de trabajo.

Pero los servicios de la firma especializada en colocación internacional no terminaron ahí: «La misma empresa nos facilitó una persona guía que nos ayudó con temas como el empadronamiento aquí o a encontrar una empresa de telefonía y todo lo necesario para este nuevo comienzo». De hecho, aún siguen ofreciéndoles soporte con horas extra de alemán. «Estamos trabajando por la mañana y vamos al curso por las tardes. Nos han facilitado inscribirnos para el examen del B2, que será a finales de mayo», cuentan.

Estos dos jóvenes están más que satisfechos con el funcionamiento de este sistema. La empresa de colocación, obviamente, cobra por sus servicios pero les ofrece la posibilidad de pagar a plazos una vez estén trabajando.

El proceso de integración

Alberto y Estefanía llegaron a territorio germano hace dos meses, pero consideran que ya están asentados. Reconocen que hay dificultades, pero aseguran que, con actitud positiva, no son insalvables ni traumáticas. Cuentan, por ejemplo, que los pisos —el suyo se encargó de buscarlo el grupo educativo que los contrató— se alquilan sin ningún tipo de muebles. «El nuestro estaba completamente vacío, salvo el baño no había nada, ni cocina, ni bombillas. Al parecer, es bastante habitual», comenta Alberto. No les pilló de nuevas porque se lo habían advertido en la agencia de colocación, donde también se encargaron de tramitarles una beca para ayudar con esos primeros gastos y con eso y alguna otra ayuda adquirieron muebles de segunda mano.

Otro aspecto que les sorprendió son los propios niños. Destacan que la enseñanza fomenta mucho la autonomía del menor, algo que parece que funciona. «Los primeros días flipaba. Me asombraba ver a niños muy pequeños, de un año incluso, cómo recogían las mesas o los platos. Pero es que vas por la calle y ves a los de siete, ocho y nueve años que van andando al cole o pillan ellos mismos un bus», dice Alberto.

La empresa educativa para la que trabajan les está haciendo rotar por sus escuelas. El objetivo es que vayan conociendo distintos métodos de trabajo. «Cada una tienen una temática diferente. En la que yo estoy en este momento se centra en el medio ambiente y la de Estefanía en los cinco sentidos, por ejemplo», apunta Alberto.

Ambos aseguran que la experiencia es muy recomendable. «A nivel personal creces muchísimo y también en lo profesional. Aprendes un idioma nuevo, conoces un país distinto y consigues esa independencia que ahora mismo en España quizá no tendríamos porque hay que preparar oposiciones o encontrar un colegio que te contrate y eso no está precisamente fácil. Y además aquí se cobra muy bien, lo que permite ahorrar y vivir cómodo», resume Estefanía.

Eso sí, están convencidos de que regresarán. «Cuando volvamos, lo haremos con el bagaje de la experiencia y el plus de un idioma y de conocer otros métodos de enseñanza», dicen. Ese mensaje positivo fue el que transmitieron, a través de una conexión por internet, a los actuales alumnos de la Facultad de Educación ourensana. Lo hicieron en una jornada sobre las lenguas como vehículo para la inserción laboral, organizada desde el Plan de Acción Tutorial. «Buscamos por en valor as mencións en linguas da facultade, tanto no grao de infantil como de primaria», explica la coordinadora, María José Vázquez, que matiza que uno de sus objetivos es acercar toda la información sobre posibles salidas laborales al alumnado.