La Ribeira Sacra o el pulpo á feira son algunos de los reclamos para quienes visitan la provincia por primera vez
08 abr 2023 . Actualizado a las 20:53 h.La influencia de la llegada del AVE desde Madrid, hace poco más de un año, y las buenas previsiones meteorológicas hacen que la ciudad esté pletórica esta Semana Santa. Los vecinos de Ourense conviven estos días con centenares de turistas llegados de todas partes de España, dispuestos a descubrir los encantos que esta provincia tiene para ofrecerles. La mayoría vienen con las ideas claras. Con un mapa mental de lo que no se pueden perder o de lo que les gustaría probar sí o sí. Algo así como una lista de deseos para conocer Ourense.
En el caso de Carmen Prieto, el imprescindible es la Ribeira Sacra. Esta madrileña está de visita hasta el domingo y ya tiene pautadas varias excursiones por la zona: desde el catamarán por los cañones del Sil hasta la visita obligada a los Balcones de Madrid, en Parada de Sil. No es la primera vez que Carmen, que hizo un viaje nocturno de más de cinco horas de autobús, viene a la provincia y está encantada. En solo unas horas aquí ya había hecho la visita guiada por la Catedral y escogido para comer una terraza en el casco histórico. «Creo que la mayoría de la gente conoce Ourense por la Ribeira Sacra y no es de extrañar. Me parece un lugar extraordinario. Venimos en una excursión cultural de grupo y todos estamos deseando ir. Es una auténtica joya», afirma.
En el mismo viaje programado desde Madrid vinieron los cuñados Eduardo Pozo y Martín y Emilio López. Ellos destacan el peso de la Ribeira Sacra, sí. Pero a mayores cada uno tiene sus propias preferencias. «Yo lo tengo claro. Cuando dijeron que veníamos a Ourense pensé en que es tierra de buenísimos vinos y para mí ese es un gran atractivo. Me gustaría poder visitar una bodega o conocer más sobre la viticultura de cualquiera de las denominaciones de esta provincia», afirma Emilio. Martín se lanza por la gastronomía: «Sin duda, yo sé que no me voy a quedar sin comer pulpo. Me encanta y tengo muchas ganas de probar el auténtico á feira». Les quedan más de tres días para hacerlo. Ya han conocido el agua caliente que sale de As Burgas y aunque esta vez no han traído bañador, esperan que haya una siguiente para aprovechar y meterse en las termas al lado del río Miño. «Por ahora todo está siendo muy bonito y tranquilo», dice Eduardo. «Y la Estrella Galicia también nos está encantado. Hasta sabe mejor bebida en su casa», apunta Emilio.
El vigués Ángel Soliño y su novia, Eugenia López, vinieron a Ourense solo a pasar el Jueves Santo porque aunque viven en Vigo, ella es de Soria y no había estado en la ciudad de As Burgas antes. Su intención era aprovechar el día al máximo así que, aunque traían iniciativas contratadas, lo primero que hicieron fue acercarse a la Oficina de Turismo. «Nos llevamos un pequeño disgusto porque el Museo Arqueológico está cerrado los festivos. A los dos nos encanta el tema y veníamos la verdad que encantados con poder ir», dice Ángel. «Nos parece un poco incongruente que un museo no abra los días que más visitas puede recibir», añade Eugenia. Decidieron ir a por su segundo plan: zambullirse en el casco histórico. «Era uno de los lugares que más ganas tenía de pisar. Me parece que tiene un encanto flipante y muchísima vida», cuenta la soriana. Tras un aperitivo al sol, tocaba disfrutar de la gastronomía ourensana. No van a perdonar el pulpo á feira ni algún plato de carne. Después, disfrutarán de una visita guiada por la ciudad para conocer más detalles y más en profundidad todos los recovecos de Ourense. Y ya de vuelta a Vigo. «Pero vamos a regresar porque yo quiero ir a las termas así que tocará un viaje expresamente para eso», termina Eugenia.
Carmen da Cal ya fue muchas veces a las pozas y por eso las destaca como uno de sus imprescindibles. Ella se crio en Ourense y ahora vuelve de visita junto a su marido, Miguel Menéndez, desde Cantabria. «Estamos paseando entre mis recuerdos con tranquilidad. Me marché de aquí con 13 años y siempre es muy bonito volver», dice. Tiene muy claro que no se van a perder en los cuatro días que durará su estancia. «Visitaremos As Burgas, el paseo que rodea el Miño para ver también los puentes ourensanos y comeremos mucho pulpo. Ah, y no faltarán los cañones del Sil», afirma.
En definitiva, las joyas de Ourense según los turistas serían la Ribeira Sacra, el casco histórico de la ciudad, la gastronomía encabezada por el pulpo á feira, las termas y el vino. ¿Y las tuyas?