El deporte coge una buena ola

Rubén Nóvoa DESDE MI BARRIO

OURENSE

26 mar 2023 . Actualizado a las 08:27 h.

El deporte ourensano llevaba años aletargado. Comienza a recuperar constantes vitales. Todavía lejos de aquella burbuja en la que la ciudad disfrutaba cada fin de semana de un equipo en la ACB de baloncesto, en la Segunda División de fútbol y en la máxima categoría del fútbol sala, lo cierto es que los brotes verdes son cada vez más evidentes. En el llamado deporte rey, el Arenteiro marca el camino. El milagro del pulpo mecánico liderado por Marnotes en los despachos va camino de la Primera RFEF, lo que sería algo así como una Segunda B mejorada y el paso previo al fútbol profesional. El equipo no ha acusado el cambio de entrenador ni los días de gloria del título de Copa Federación o las eliminatorias contra el Almería y el Atlético de Madrid. En O Carballiño ya descuentan los días para celebrar el ascenso. En la ciudad, mientras, miramos con envidia sana el éxito franjiverde y confiamos en que el germen cocinado a fuego lento de la UD Ourense acabe por llevar al heredero del CD Ourense al lugar que se merece. En baloncesto, superada la tormenta del paso del grupo Hereda por Ourense, los rectores del club han logrado reconducir la temporada tirando de viejos conocidos en la directiva y surfean en la zona medio-baja de la tabla para salvar la plaza en LEB Oro. El inicio daba miedo y es un buen punto para marcar el campamento base hacia nuevas cotas. Tampoco podemos olvidarnos de otras especialidades que nos dan alegrías, ya sean individuales como colectivas, con nombres como el Ourense de fútbol sala femenino o ciclistas como el profesional Carlos Canal. Ahora que la ola deportiva vuelve a subir, es buen momento para recordar lo que provocó que el castillo se derrumbase en el pasado. La prudencia y el buen hacer deben ser la guía.