Tres años de cárcel por hacer tocamientos a una niña de ocho que se acercó a jugar con su perro

La Voz OURENSE / LA VOZ

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Sala de espera de la Audiencia Provincial de Ourense.
Sala de espera de la Audiencia Provincial de Ourense. M. FERNÁNDEZ

El tribunal de la Audiencia de Ourense consideró creíble y coherente el testimonio de la menor, que relató que el vecino le había puesto la mano en su «pesetiña»

15 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Por realizar tocamientos a una niña que entonces tenía ocho años, el acusado Gabino C. R. ha sido condenado a tres años de cárcel por la Audiencia Provincial de Ourense. El tribunal consideró creíble el testimonio de la menor, que expuso «un relato de hechos que en su simplicidad es coherente». El abuso sexual por el que ha sido condenado ocurrió en el jardín del acusado, en la mañana del 6 de julio del 2020. La niña, con sus padres, había ido a pasar el fin de semana a la aldea. Se acercó a la vivienda del acusado para jugar con una perra y, aprovechando que estaban a solas, el hombre le pidió a la pequeña que se bajase los pantalones y la ropa interior y le pasó su mano por los genitales.

La chiquilla le contó lo que había ocurrido a su padre, cuando este fue a buscarla para comer. «La declaración de la menor es precisa al detallar la forma en que se produce el abuso que integra la denuncia, pues señala que el acusado le pidió si podía tocarle la pesetiña y que le dijo que sí, que se bajó el pantalón y le tocó por dentro. Que no introdujo ningún dedo», describe la sentencia.

La niña lo contó a su padre «con la inocencia de quien aprecia la existencia de algo nuevo». Un rato antes, la cría había seguido al hombre al monte. Ya entonces ocurrió algo. Él la ayudó a pasar sin que la rozaran unas plantas y la cogió poniendo sus manos entre las piernas de la niña. Después, en la finca de la casa, que daba a la calle y se podía ver desde fuera, cometió el abuso.

El acusado negó esto en el juicio. Dijo que la niña iba a su casa sin permiso, que molestaba a los animales y él le reñía por esto, pero negó haberla tocado. La condena incluye cinco años de alejamiento y una indemnización de 6.000 euros. La menor no sufrió secuelas psicológicas reseñables.