La puja por el narcobuque Karar se frena por la paralización de la causa judicial
OURENSE
El MV Karar fue abordado a 300 millas de Lisboa y a 400 de Vigo, con 3.824 kilos de cocaína, en abril del 2020. Desde entonces, sus 60 metros de eslora han permanecido atracados en el puerto de Vigo. Antes de ser interceptado con un porte de cocaína valorado en 126 millones de euros ya presentaba un aspecto deteriorado, que tras tres años ha ido en aumento. Pero el remolcador aún puede ofrecer rédito, de ahí que el Servizo de Bens Decomisados de la Fundación Galega contra o Narcotráfico y el Colegio de Procuradores de A Coruña lleven tiempo intentando subastarlo antes de que se deprecie más.
Los pasos dados hasta hace poco iban por el buen camino, incluso se publicó el anuncio del remolcador en la página web oficial www.subastasprocuradores.com tras cerrar las condiciones con el Juzgado número 3 de Vigo, que instruyó la causa. Pero el procedimiento, ya en manos de la Audiencia Provincial, ha caído en una fase de paralización hasta resolverse una recusación planteada por la Fiscalía Antidroga ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
El barco ya fue tasado con un valor de 452.000 euros y, por ley, el valor de puja inicial y mínimo será a partir del 50 % de la tasación. La realidad es que ese casi medio millón de euros sí resulta atractivo para empresas del sector. No han faltado, durante el tiempo que estuvo expuesto en la red para subastarse, posibles compradores que lo visitaron y que están a la espera de la reactivación del proceso.
Las opciones de futuro que ofrece el MV Karar pasan por destinarlo a regresar a mares y océanos para navegar durante varios años más. Esta vía implica otro desembolso para ponerlo a punto. La alternativa implica comprarlo para su desguace y obtención de beneficios a corto plazo. «Su rentabilidad se manifiesta en el interés de los compradores que aún siguen interesados pese al momento de espera en el que estamos», explica el gerente de la Fundación Galega contra o Narcotráfico, Fernando Alonso, que pone en valor el esfuerzo del Puerto de Vigo y del SVA tras tres años custodiando y cediendo espacio para amarrar el remolcador.